La Condena a Cristina Kirchner y la Implementación de la Tobillera Electrónica

En una reciente vuelta de tuerca en el complejo saga judicial que envuelve a Cristina Kirchner, ex presidenta de la Nación y actual líder del Partido Justicialista, sus abogados han decidido apelar la colocación de una tobillera electrónica como parte del cumplimiento de su condena domiciliaria por el caso Vialidad. Este instrumento de monitoreo, que se activa mediante tecnología de radiofrecuencia, fue instalado para garantizar la vigilancia de Kirchner durante el cumplimiento de su pena de seis años de prisión, determinada por la Corte Suprema el pasado 17 de junio. La justicia le otorgó el arresto domiciliario tras denegar un recurso de queja, lo que llevó al Tribunal Oral Federal 2 (TOF 2) a establecer medidas de control más estrictas.

La elección de implementar una tobillera electrónica no fue trivial. Los abogados defensores de Kirchner, encabezados por Carlos Beraldi, argumentaron que esta medida resulta excesiva dado que su cliente ya contaba con un régimen de custodia permanente que aseguraba su seguridad. Beraldi sostiene que este dispositivo introduce una vigilancia innecesaria en un contexto donde el cumplimiento de la condena estaba garantizado. Sin embargo, el juez Jorge Gorini, encargado de la ejecución de la sentencia, desestimó este argumento, subrayando que el monitoreo a través de la tobillera proporcionaba un nivel de control más preciso y fiable.

La instalación del dispositivo tuvo lugar en la propiedad de Los Sauces SA, una empresa familiar de Kirchner que está bajo investigación por presunto lavado de dinero. Los técnicos verificaron la compatibilidad del departamento con el sistema de monitoreo, confirmando su viabilidad a través de un informe técnico que fue aprobado por el Tribunal. Mientras tanto, la presencia de funcionarios del Ministerio de Seguridad durante el proceso garantizó que las condiciones del arresto domiciliario se cumplieran estrictamente. La tobillera, además de rastrearla en tiempo real, cuenta con un sistema de comunicación que permite a las autoridades establecer contacto directo con Kirchner, asegurando así el mantenimiento de un riguroso control sobre su situación judicial.