La Municipalidad de Bariloche, bajo la conducción de Walter Cortés, dio un paso firme en la transformación urbana con el inicio de la reparación integral de la Av. Exequiel Bustillo, una de las principales vías de la ciudad. Esta obra marca el comienzo de una nueva etapa, donde el Estado local asume el desafío de mejorar sus propias calles con recursos, decisión política y presencia territorial.
El trabajo comenzó este 1 de julio sobre el cruce con Sara María Furman, uno de los puntos más críticos de la traza. Durante años, ese sector fue símbolo de reclamos y peligros para automovilistas, ciclistas y peatones. Hoy, gracias a una gestión activa y comprometida, se inicia una intervención profunda que modificará la pendiente y reconducirá las aguas pluviales hacia la boca de tormenta, evitando que la erosión siga deteriorando el pavimento.
La obra se realiza en el marco del traspaso de la jurisdicción de Bustillo al Municipio, una medida impulsada por el Gobierno de Río Negro que permite a la ciudad tomar control directo sobre una vía estratégica. Ese gesto de la Provincia, sumado al empuje de la gestión Cortés, habilita una nueva lógica de administración local de los recursos y las prioridades urbanas.
Una reparación estructural, no un parche
El Municipio ejecuta esta tarea con equipos de la Delegación Cerro Otto y del área de Bacheo de la Secretaría de Servicios. Se utilizan más de cinco metros cúbicos de hormigón como base para una solución duradera. La reparación avanza sobre una sola mano, mientras se habilitan las banquinas para garantizar la circulación vehicular durante la obra.
En paralelo, la Dirección de Parques y Jardines colabora con tareas de limpieza y acondicionamiento de los bordes de la ruta. Se retiran malezas, se despejan obstáculos y se prepara el entorno para que la intervención no sea solo técnica, sino también estética y funcional.
No hay cortes totales de tránsito, pero sí cambios temporales. Se solicita precaución a quienes circulen por la zona. Cada conductor que pasa hoy por Bustillo es testigo de un proceso de transformación visible, tangible, concreto.
El Municipio toma el volante
Esta intervención representa más que una obra vial: es una señal política clara. Bariloche toma en sus manos su infraestructura, y lo hace con planificación, maquinaria y decisión. La gestión de Walter Cortés marca una diferencia con hechos, no con anuncios. En cada bache reparado, en cada banquina ordenada, hay un mensaje: la ciudad se cuida desde adentro.
La Av. Bustillo, testigo de décadas de espera, empieza a contar otra historia. Y en esa historia, el Municipio y la Provincia aparecen trabajando en sintonía, devolviéndole a Bariloche lo que es suyo: calles seguras, mantenidas y al servicio de su gente.