Tormentas y Calor: Un Desafío para el Mundial de Clubes
Entre interrupciones por tormentas eléctricas y las temidas altas temperaturas, el desarrollo del Mundial de Clubes en Estados Unidos ha sido una verdadera prueba de resistencia para jugadores y hinchas. Hasta el momento, se han registrado seis parates por mal tiempo, lo que ha generado no solo la frustración de equipos como el Chelsea, que en un partido frente al Benfica se encontró con un tiempo de espera de casi dos horas, sino también serias inquietudes sobre lo que podría suceder en la Copa del Mundo 2026, que se celebrará en el mismo continente con catorce sedes en Estados Unidos, México y Canadá.
El técnico italiano Enzo Maresca no ocultó su descontento tras el partido ante el Benfica, donde su equipo avanzó finalmente por 4-1 en el alargue. “Es una joda”, expresó Maresca, quien se encontraba exasperado tras casi cinco horas de partido, incluyendo 113 minutos de suspensión. La situación no es aislada, ya que en localidades como Orlando, New Jersey y Cincinnati, también se han reportado retrasos significativos que han desvirtuado la experiencia futbolística, dejando a muchos espectadores frustrados y, en algunos casos, yéndose a casa antes de la reanudación.
Además del mal tiempo, las altas temperaturas han sido motivo de preocupación. Los termómetros han marcado por encima de los 40°C, lo que ha llevado a varios clubes a quejarse del agobiante calor y a tomar decisiones drásticas, como mantener a los suplentes dentro del vestuario durante el primer tiempo. La FIFA ha analizado estas condiciones y advirtió que diez de las veintitrés sedes propuestas para el Mundial 2026 podrían tener temperaturas que superen los 30°C. Con el recuerdo del sufrido Mundial de Qatar 2022, el escenario se vuelve aún más inquietante, y aunque se baraja la posibilidad de techados en algunos estadios, los interrogantes persisten: ¿será suficiente para evitar que un evento tan esperado se transforme en un calvario tanto para los jugadores como para los fieles hinchas?