Un Hito en las Relaciones Comerciales: Acuerdo entre Mercosur y EFTA
El camino hacia un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA) ha sido largo y complejo, comenzando en marzo de 2015. A través de conversaciones exploratorias, se dieron primeros pasos que finalmente culminaron en negociaciones oficiales en junio de 2017. Con un total de 14 rondas de negociaciones, los países involucrados trabajaron intensamente para llegar a un consenso. La reciente Cumbre del Mercosur en Argentina marcó un momento clave, donde se celebró la firma de este acuerdo, el cual representa un avance significativo en las relaciones intercontinentales y promete transformar el panorama del comercio entre ambas partes.
Este acuerdo, que incluye aIslandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza, no es solo un logro diplomático, sino también un motor económico. Con un área comercial que aglutina alrededor de 300 millones de personas y un Producto Interno Bruto (PIB) combinado de más de 4,3 trillones de dólares, las implicaciones son enormes. El comunicado conjunto, firmado por los representantes del Mercosur y la EFTA, resalta que se lograrán mejoras significativas en el acceso a los mercados, cubriendo el 97% de las exportaciones. Esta apertura se espera que potencie el comercio bilateral y ofrezca ventajas tanto a empresas como a ciudadanos de los países implicados.
Uno de los aspectos más prometedores del Tratado es su capacidad para impulsar a las pequeñas y medianas empresas (PyMEs). La reducción de la burocracia aduanera y la modernización de las normativas Comerciales se traducirán en un comercio más eficiente y equitativo, brindando a los empresarios la seguridad jurídica que tanto han demandado. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la implementación del acuerdo no será inmediata. Como mencionó el Canciller argentino, Gerardo Werhtein, la firma está prevista para los próximos meses de 2025, aunque para que los beneficios se materialicen, se requerirán las aprobaciones internas de cada uno de los países firmantes. Esto significa que, aunque el futuro luce prometedor, todavía queda trabajo por hacer para que este pacto histórico se convierta en una realidad tangible para todos.