La Desaparición de Carlos Ancapichun: Un Enigma Sin Resolver
La comunidad de Villa La Angostura está conmocionada por la desaparición de Carlos Ancapichun, un querido vecino que trabajaba como jardinero y cuidador en el señorial Cumelén Country Club. Su historia se remonta al 13 de junio, cuando viajó a Entre Lagos, Chile, para visitar a su familia. Dos días después, se reportó su desaparición tras el hallazgo de su camioneta abandonada, cerrada y con su ropa de trabajo en su interior, un hecho que sorprendió a quienes lo conocían. En una zona familiar para él, su comportamiento pareció fuera de lugar, lo que hizo que tanto su familia como las autoridades comenzaron a cuestionarse si realmente había estado en el sitio donde se encontró el vehículo.
Los operativos de búsqueda, liderados por el Grupo de Búsqueda y Rescate en Zonas Agrestes (BRZA), han sido intensos y exhaustivos. Brigadistas argentinos y chilenos han rastrillado más de 700 hectáreas entre Aguas Calientes y Antillanca, colaborando con perros especializados en la detección de restos humanos. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos y la movilización de hasta sesenta personas, no se ha encontrado ningún rastro del cuidador que tan bien conocía la zona. Según Ricardo Hass, jefe del BRZA, las condiciones del terreno, sumamente hostil con cañadones profundos y vegetación densa, complican enormemente las tareas de búsqueda.
Lo más inquietante es que esta no es la primera desaparición en la familia Ancapichun. El padre de Carlos también desapareció en el mismo sector años atrás, sin que su cuerpo fuera encontrado. A medida que pasan los días, la esperanza de encontrar a Carlos con vida se desvanece. "Lamentablemente, ahora estamos buscando el cuerpo de Don Carlos", lamenta Hass. La historia de Ancapichun es un recordatorio doloroso de lo frágil que puede ser la vida y cómo la naturaleza puede ocultar secretos incomprensibles, dejando a una comunidad entera en estado de incertidumbre y desasosiego.