La llegada de Paredes: ¿una luz en la oscuridad?
Bienvenido, Leandro Paredes. Su regreso a Boca Juniors es una noticia que ilusiona, especialmente en un momento turbulento para el club. Con un plantel diezmado y sin participación en la Libertadores, la llegada de un campeón del mundo no debe desvirtuar la realidad. Paredes, además de su calidad técnica, simboliza una esperanza para iniciar la refundación del equipo. Sin embargo, es fundamental recordar que, aunque su presencia es importante, no podemos cargar sobre sus hombros el peso de todos los problemas que enfrenta Boca.
La crítica a la política de fichajes
A lo largo de la última gestión, Boca ha gastado la impresionante suma de 125 millones de dólares. Esta cifra incluye tanto compras como salarios de jugadores que, en muchos casos, no han rendido lo esperado. La lista de incorporaciones revela un patrón preocupante: nombres como Rojo, Romero y Advíncula, que llegaron con grandes expectativas, ahora son apenas sombras de lo que prometían. La pésima política de compras ha dejado un plantel desdibujado y con escasas alternativas para reconstruir la confianza de los hinchas.
El camino hacia el futuro
Con la llegada de Paredes, Boca enfrenta una oportunidad crucial para rediseñar su futuro. Mientras él asumirá el rol de líder, será esencial que la dirigencia deje de lado los errores del pasado. Los hinchas no solo demandan buenos nombres, sino jugadores que hagan valer la camiseta en la cancha. La situación es crítica, pero con un cambio de rumbo en los fichajes y una estrategia más clara, el Xeneize puede volver a ser lo que siempre ha sido: un club de grandes aspiraciones y resultados.