El regreso a casa: una experiencia plena de gratitud y amor
El regreso a casa siempre se siente de otra manera, especialmente después de haber pasado por momentos de preocupación. Este es el sentimiento que experimentan actualmente Alejandro Fantino y Coni Mosqueira, quienes recientemente enfrentaron una de las pruebas más desafiantes para cualquier familia: ver a su pequeño hijo Beltrán, de apenas un año y tres meses, lidiar con una bronquiolitis. Esta enfermedad respiratoria ha repuntado en Argentina en este año, con un aumento notable en los casos según el último Boletín Epidemiológico Nacional, reportando más de 20.800 infecciones en menores de dos años. La angustia de tener a un hijo enfermo es un desafío que muchos padres temen, y Alejandro y Coni no son la excepción. Su historia resuena profundamente en la comunidad, especialmente en tiempos donde la salud infantil es una preocupación constante.
A lo largo de su internación en el Sanatorio Nordelta, la pareja compartió a través de redes sociales momentos de angustia pero también de esperanza, mostrando la lucha de Beltrán contra la enfermedad. Las imágenes que publicaron son un testimonio de amor y resiliencia: desde el pequeño caminando hacia la puerta del sanatorio de la mano de su padre, hasta las tiernas escenas en las que descansaba con su muñeco del Hombre Araña y una bigotera que le proporcionaba oxígeno. Alejandro y Coni mostraron su gratitud hacia el personal médico en todo momento, reconociendo el gran trabajo que realizaron para cuidar de su hijo. A pesar del entorno hospitalario y la ansiedad que esto genera, lograron encontrar momentos de alegría, como cuando Beltrán acariciaba a Kira, el perro terapéutico que visita a los pequeños internados, brindando sonrisas en medio de la adversidad.
Con el paso de los días, y gracias a los cuidados y el amor de sus padres, Beltrán comenzó a recuperarse. Las fotos que compartieron en sus redes reflejan esta evolución; el niño, antes cansado y frágil, ahora juega con un globo, e incluso ensaya sus primeras risas en la cama del hospital. Alejandro y Coni no solo documentaron su alivio al ver a su hijo recuperarse, sino que también reflejaron la conexión única entre padres e hijos, un amor que trasciende cualquier dificultad. Cada imagen y cada video compartido son un recordatorio de la fortaleza de la familia y de cómo, a pesar de las dificultades, el amor siempre encuentra su camino de regreso a casa.
