Tensiones familiares y decisiones difíciles: La China Suárez y Mauro Icardi
Eugenia “la China” Suárez se encuentra en el epicentro de un conflicto familiar que ha capturado la atención del público. Mientras se alista para su viaje a Turquía junto a Mauro Icardi, donde el futbolista comenzará su pretemporada con el Galatasaray, la actriz enfrenta un obstáculo significativo: Benjamín Vicuña, el padre de dos de sus hijos, ha revocado el permiso que le permitía trasladarlos al exterior. La situación se torna aún más complicada, ya que la partida está programada para el lunes 7 de julio, pero los menores no formarán parte del viaje. Facundo Ventura, periodista de espectáculos, detalló que la China planea viajar primero sola para instalarse y organizar lo necesario en Estambul antes de buscar a los niños, siempre que obtenga la autorización adecuada.
Este conflicto no surge de la nada; según Karina Iavícoli en el programa Infama, la tensión comenzó cuando Vicuña decidió cambiar los permisos de viaje en una acción inesperada. Hasta ese momento, Suárez contaba con una autorización amplia que le daba libertad para viajar con sus hijos, pero este acuerdo fue modificado abruptamente. La periodista aclaró que, en otras circunstancias, un permiso libre puede extenderse hasta que los menores cumplan 18 años. Sin embargo, al cambiar las reglas del juego, Vicuña ha complicado los planes de la actriz, quien ahora necesita resolver la situación judicial antes de considerar un cambio definitivo a Turquía.
La actriz, sin embargo, debe manejar más que la logística del viaje. Ya ha sido vista recorriendo lugares, como el Barrio Chino de Belgrano, junto a sus hijos y las hijas de Icardi, lo que generó controversia dada la recomendación de la Justicia de mantener distancia del entorno familiar de Icardi en momentos tan delicados. A medida que se aproxima su mudanza, las restricciones del padre de sus hijos se vuelven un tema constante, y aunque se afirma que Vicuña tiene planes de trabajar en Uruguay más adelante, su decisión de permanecer cerca de sus hijos pone aún más presión sobre la China. Con un futuro incierto y decisiones complicadas por delante, ella debe sopesar cómo equilibrar su vida personal y profesional entre Buenos Aires y Estambul.
