La salida inesperada de Christian Horner de Red Bull
La Fórmula 1 vive momentos de alta tensión tras la sorprendente destitución de Christian Horner, quien dirigió la escudería Red Bull durante 20 años. Esta decisión, tomada por Oliver Mintzlaff, director ejecutivo del equipo austríaco, ha dejado a los aficionados atónitos, ya que Horner fue una figura clave en la consolidación de Red Bull como una potencia en el automovilismo mundial. Lo realmente impactante es que, aunque su salida llegó de manera inesperada, el exjefe de equipo se asegurará una millonaria compensación que oscilará entre 60 y 80 millones de dólares.
Durante el año pasado, Horner había percibido un salario total cercano a 12 millones de dólares, gracias a su gestión y al éxito de Max Verstappen en el campeonato de pilotos. Su condición como uno de los empleados con mayor ingreso en la escudería nahizo que su salario no sufriese los recortes que la FIA impuso a los equipos. En su larga trayectoria, Horner guió a Red Bull hacia seis campeonatos de constructores y ocho títulos de pilotos, construyendo un legado que dejó huella en la categoría.
Sin embargo, las cosas empezaron a cambiar tras la muerte de Dietrich Mateschitz, cofundador del equipo, generando interrogantes sobre el futuro de Horner. Conflictos con Jos Verstappen, padre de Max, y una denuncia de "comportamiento inapropiado", aunque finalmente zanjada, marcaron un punto de inflexión en su poder. A pesar de este parón obligado, Horner no tiene la intención de alejarse por completo del deporte y ya tiene en mente que escuderías como Ferrari y Alpine podrían estar interesadas en su experiencia para la próxima temporada. La expectativa por saber cuál será su próximo movimiento se suma a la curiosidad por el futuro de Red Bull sin su histórico líder.