El Paseo Familiar de Evangelina Anderson por Marbella
Tras meses de incertidumbre y cambios en su vida, Evangelina Anderson y su pareja Martín Demichelis han encontrado en Marbella su nuevo hogar, un lugar que tiene un significado especial para su familia. Junto a sus tres hijos, Bastian, Lola y Emma, han decidido disfrutar de todo lo que la ciudad tiene para ofrecer. Con el apoyo de los abuelos maternos, la familia se embarcó en una serie de paseos por los rincones que alguna vez fueron su hogar. Entre las paradas destacadas, la visita a la Iglesia de la Encarnación fue especialmente significativa; un hermoso templo en el casco antiguo que, adornado con guirnaldas de flores, les permitió conectar con la espiritualidad y la historia del lugar.
Los paseos familiares no solo incluyeron momentos de reflexión, sino también deleites culinarios. Después de una jornada exploratoria, Evangelina compartió con sus seguidores los irresistibles postres que eligieron para culminar la cena. Entre cheesecake de pistacho, torrijas y tortas de Lotus, el grupo disfrutó de la gastronomía local, mientras Martín interactuaba cariñosamente con sus hijas. El compartir esos momentos, difundidos en las redes sociales, refleja la alegría y el calor familiar que siempre ha caracterizado a esta clan, especialmente después de semanas separados debido a compromisos profesionales.
Las redes sociales han sido un vehículo fundamental para que Evangelina documente su nueva vida en el sur de España. Sus publicaciones ofrecen un diario visual que captura la calma y la belleza de su entorno. A través de imágenes de la clínica donde nacieron sus hijas, y momentos de diversión en la piscina, como su relajación sobre un inflable blanco, la modelo transmite una sensación de paz. Cada foto cuenta una historia, desde la alegría de estar unidos nuevamente hasta los recuerdos imborrables de su pasado en Marbella. Este enfoque en lo cotidiano, lejos del ruido mediático, invita a sus seguidores a conectar con su vida, mostrándoles que la felicidad puede encontrarse en los pequeños detalles.