El enfrentamiento Alfano-Giménez: Un conflicto que no cesa
El reciente desencuentro entre Graciela Alfano y Susana Giménez ha captado toda la atención mediática, dejando a los espectadores boquiabiertos. En una entrevista en Infama (América TV), Alfano no dudó en expresar su indignación por las acusaciones de brujería y envidia que le lanzó Giménez durante una aparición en LAM. Alfano aseguró que las palabras de la diva fueron una agresión verbal que no sólo la sorprendieron, sino que la llevaron a pensar en un posible juicio por «violencia» emocional. Para Graciela, calificarla de “mentirosa patológica” y acusarla de acciones esotéricas no solo es injusto, sino que la afecta en su imagen y trayectoria.
La raíz de este pleito parece ser un abrigo altamente significativo que ambas artistas pretenden reivindicar como parte de su historia personal. El vestuario devenido en símbolo de la ostentación de los años noventa es lo que, según Alfano, ha desatado una animosidad que va más allá de la simple moda. “Yo guardé ese tapado en una cámara frigorífica, es parte de mi historia”, declaró, refiriéndose al abrigo que utilizó María Julia Alsogaray. Por su parte, Susana ha insistido en que la prenda le pertenece y que esta disputa no es más que un intento de Alfano por colgarse de su fama y retomar protagonismo mediático.
Sin duda, el conflicto se ha intensificado debido a la estigmatización que Alfano ha sufrido por los comentarios sobre su supuesta vinculación con la brujería. “Eso es un bullying y acoso”, afirmó la exvedette, mientras reflexionaba sobre cómo estos rumores han marcado su vida y carrera. La acusación de que hace años intenta hacer daño a Giménez por medio de prácticas ocultas es una narrativa que, según Alfano, no tiene fundamento. Este cruce de acusaciones, que combina elementos de rivalidad personal y profesional, pinta un cuadro complejo de una enemistad que ha perdurado por décadas y que todavía tiene capítulos por escribir.