La China Suárez y el Legado de Su Padre: Un Vínculo Inquebrantable
En una reciente conmovedora entrevista en "La Pasión," el ciclo de streaming del canal web de la Televisión Pública conducido por Gustavo Méndez, La China Suárez se abrió emocionalmente hablando sobre su vida, su carrera y, en un momento desgarrador, la figura de su padre, Guillermo Suárez. La conversación no solo reveló su lucha personal y profesional, sino también la profundidad del amor y las enseñanzas que su padre dejó en su vida.
La Maternidad y el Recuerdo del Padre
A lo largo de más de una hora, La China reflexionó sobre su experiencia como madre, un rol que lleva con gran dedicación. Al abordar la cuestión de su amor por los animales, su voz se quebró y las lágrimas brotaron mientras recordaba a su padre. “Me conecta mucho con mi papá. Siempre. Sí, con él”, dijo, revelando el fuerte vínculo emocional y espiritual que guarda con él, a pesar de su partida en 2012.
La conversación llevó a La China a recordar su infancia, alimentando no solo su nostalgia, sino también su deseo de educar a sus propios hijos con los mismos principios que su padre le inculcó. Su padre, amante de los animales, la enseñó sobre la importancia de cuidar y respetar a todas las criaturas, un legado que ella aplica hoy al criar a sus hijos.
El Amor por los Animales
Desde pequeña, La China mostró una profunda conexión con los animales, un rasgo que heredó de Guillermo Suárez. Ella recordó cómo, en su infancia, siempre deseaba tener un perro, mientras que sus padres se resistían a la idea debido a las limitaciones de su hogar en un departamento. Sin embargo, para ella, tener un perro se convirtió en una prioridad; fue lo primero que hizo al mudarse, cumpliendo así un deseo profundo que había llevado consigo por años.
Hoy en día, su hogar está lleno de perros, gatos y niños, un reflejo del amor y la alegría que su padre le enseñó a apreciar. "Los animales nunca te van a traicionar", repetía Guillermo, y estas palabras han guiado a La China en su relación con sus mascotas y su familia.
Un Referente Ético y Emocional
La figura de su padre representa más que solo recuerdos; es un pilar fundamental en la forma en que La China vive su vida y cría a sus hijos. “Siempre está conmigo. Yo hablo con él. Me aconseja, me caga a pedos”, confesó, dejando claro que su espíritu sigue presente en cada una de sus decisiones. Su padre no solo influenciaba sus pensamientos: muchas de sus elecciones, desde la crianza hasta las relaciones personales, se basan en esos diálogos internos que mantiene con su memoria.
La China destacó cómo su padre vislumbraba el futuro que la maternidad traería a su vida. “Él sabía qué tipo de madre sería”, afirmó, recordando una conversación que tuvo con él sobre su futuro en el que él le legó sus enseñanzas con amor y paciencia.
Educar con Amor y Compasión
El legado de Guillermo Suárez se manifiesta no solo a través de espontáneas memorias, sino también en la educación que La China brinda a sus hijos. Les enseña a entender que un animal no es un juguete, sino un ser con emociones y derechos. Es un mensaje de compasión y respeto que espera que sus hijos adopten de la misma manera en que ella lo hizo.
Para La China, educar sus hijos con estos valores es como seguir honrando a su padre. A través de cada gesto, desde la adopción de mascotas hasta las conversaciones sobre la importancia del respeto, ella mantiene viva la esencia de Guillermo en su hogar.
Reflexiones de una Hija
La conversación culminó en un río de emociones al recordar la naturaleza de su relación con su padre. Guillermo era, en muchos sentidos, su confidente, su apoyo emocional. La China reveló cómo él se sentía orgulloso incluso de sus travesuras, un reflejo de la relación cercana que compartieron. Los recuerdos de las amonestaciones escolares, siempre acompañados de una risa desde el fondo, pintan un retrato de un padre que valoraba la individualidad de su hija.
Incluso después de su partida, La China siente que muchas de las decisiones que toma en su vida están influenciadas por las enseñanzas de su padre, quienes continúan guiándola en sus altos y bajos. Es un testimonio del poder del amor y el legado familiar, que, aunque físico ya no esté, resuena en el día a día de su vida y crianza.
El Amor Perpetuo
El vínculo entre La China Suárez y su padre representa una conexión que va más allá de la vida y la muerte. Su legado se manifiesta en cada decisión, en cada amor por los animales y en la forma en que ella educa a sus hijos. La historia de su vida, llena de amor y enseñanzas, brinda una reflexión sobre cómo la herencia emocional puede continuar influyendo en nuestras vidas, incluso en la ausencia física de quienes amamos.