La Historia de Abandono que Marcó la Vida de Gonzalo Heredia
En una reveladora entrevista con Luis Novaresio en A24, Gonzalo Heredia compartió un capítulo profundo y doloroso de su pasado familiar: el abandono de su madre al nacer. Con su característica sinceridad, el actor relató cómo su madre fue dejada en un potrero cuando era bebé, lo que, según él, influyó significativamente en su desarrollo emocional. Heredia destacó la dureza de la infancia de su madre y explicó que las experiencias traumáticas vividas en su niñez complicaron su capacidad para establecer vínculos saludables. “Es difícil exigirle a alguien que no tiene construidos ciertos vínculos”, reflexionó, dejando en claro que su comprensión hacia su madre es fundamental para su relación.
La conexión de Heredia con su madre ha sido intensa y cercana a lo largo de su vida. Durante su infancia, el actor sentía que el bienestar de ambos dependía de un apego fuerte, pero a medida que creció, experimentó la necesidad de distanciarse. Esta lucha personal se traducía en un proceso de autodescubrimiento y sanación, un camino que, según él, aún sigue transitando. Al hablar de su relación, expresó: “Tengo mucho que seguir trabajando con respecto a ella”, lo cual muestra una disposición a entender y sanar viejas heridas, sugiriendo que la relación sigue siendo un espacio de aprendizaje y crecimiento mutuo.
Por otro lado, la experiencia vivida con su madre ha impactado significativamente su rol como padre. En otra entrevista, Heredia compartió sus vivencias cotidianas junto a su pareja, Brenda Gandini, y sus hijos, Eloy y Alfonsina. Reflexionó sobre la complejidad de la crianza en un mundo lleno de incertidumbres, donde la cercanía y el respeto por la autonomía de cada niño son esenciales. Destacó el desafío de encontrar el equilibrio adecuado al educar a su hijo mayor, Eloy, quien busca una mayor independencia, mientras que su hija Alfonsina, de solo siete años, exige un tipo de cercanía distinta. La búsqueda constante de este equilibrio es un reflejo de su propio proceso de sanación, donde la experiencia familiar se convierte en una guía para ofrecer un entorno saludable y amoroso para el desarrollo de sus hijos.
