Alpine en la tormenta: el Gran Premio de Hungría que quedó en el recuerdo
El Gran Premio de Hungría, disputado el pasado fin de semana, fue una verdadera caja de sorpresas para la escudería francesa Alpine, y no precisamente de las buenas. Tras un desempeño decepcionante, donde Franco Colapinto y Pierre Gasly terminaron en las posiciones 18° y 19° respectivamente, la situación se tornó insostenible. Colapinto no pudo ocultar su frustración: “Un desastre” fue su lapidaria autocrítica post-carrera. Las paradas en boxes, que deberían ser momentos de precisión, se convirtieron en auténticas pesadillas. La primera detención de Colapinto, por ejemplo, se extendió a 11.1 segundos, mientras que la segunda llegó a 7.2 segundos. Una situación que no solo costó valiosos segundos, sino también puestos en la clasificación.
Reacciones y autocrítica en Alpine
Frente a la avalancha de críticas, Alpine se apresuró a emitir un mensaje en sus redes sociales. La escudería se mostró firme, afirmando: “En las buenas y en las malas. Este grupo nunca se rinde.” Junto a esta declaración, compartieron imágenes de sus ingenieros y el equipo técnico trabajando intensamente en el Circuito de Hungaroring. Sin embargo, detrás de este tono optimista, el clima es tenso; las grandes carencias en la estrategia de la escudería han comenzado a despertar preocupaciones. Gasly, quien también dejó su huella, comentó que “somos muy lentos” y que el ritmo general no estaba a la altura.
Colapinto y su lamento post-carrera
En un tono más reflexivo, Colapinto ofreció su análisis sobre el rendimiento del equipo. Destacó las dificultades que tuvo al inicio, señalando que aunque su largada no fue mala, “la falta de agarre me hizo irme afuera en la segunda curva”. En sus palabras, se percibe la presión y la necesidad de acelerar la mejora: “Una carrera para el olvido” es la forma en que la califica. Las paradas en boxes lo dejaron sintiendo que perdió un tiempo valioso, y lamentó el hecho de haber enfrentado múltiples banderas azules. La próxima semana será crucial para que el equipo se reúna, evalúe los errores y, tal vez, recupere la esperada energía antes del merecido descanso de verano.
