El Decomiso de Activos de Lázaro Báez: Un Golpe al Lavado de Dinero
En un reciente fallo del Tribunal Oral Federal N°4, se ha dado un paso significativo en la lucha contra el lavado de dinero en Argentina. El empresario Lázaro Báez, conocido por su implicación en la causa de la Ruta del Dinero K, ha sido objeto de un decomiso que incluye más de 3 millones de dólares en una cuenta en Bahamas a nombre de Eastern Shoreline Limited, así como un millón de dólares depositados en el Banco Lombard Odier de Suiza bajo la sociedad Tyndall Inc. Este movimiento no solo busca recuperar fondos ilícitos, sino también desarticular una red que ha afectado gravemente las arcas públicas.
Además del decomiso de fondos, la Justicia decidió llevar a cabo el remate de 56 propiedades vinculadas a Báez y su hijo Martín, también condenado en la misma causa. Entre estos inmuebles se encuentran departamentos, lotes, casas, cocheras y varias quintas, que suman un impresionante patrimonio que encierra no solo valor económico, sino también el simbolismo de un sistema que, durante años, permitió a ciertos individuos evadir la justicia. Este proceso contempla la repatriación inmediata de las finanzas implicadas, un claro mensaje sobre la intención del Estado de erradicar el lavado.
El juez Néstor Guillermo Costabel, encargado de esta decisión, ha adoptado medidas drásticas que incluyen la inscripción en nombre de la Corte Suprema de Justicia de las 56 propiedades y la recaudación de millonarias sumas provenientes de la subasta de aviones, como el Rockwell Commander y el Learjet matrícula LV-BPL. Todo esto forma parte de un embargo que, en total, llega a los 320 millones de pesos, cifra que representa seis veces el dinero que Báez habría lavado. Estas acciones no solo buscan recuperar los fondos mal habidos, sino que también envían un mensaje contundente sobre el compromiso del sistema judicial en la lucha contra la corrupción y el uso indebido de recursos del Estado.
