La Tricky Historia de Gerardo Enrique Rojas Barrientos
Una Conexión Inesperada
En el año 2025, Manuel, un joven de 19 años, conoció a Gerardo Enrique Rojas Barrientos a través de una popular aplicación de citas en la Ciudad de México. Rojas, con una historia profesional que sonaba demasiado buena para ser verdad, se presentó como un supuesto médico cirujano español graduado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y también licenciado en Derecho. La habilidad con la que contaba su historia hizo que Manuel le creyera ciegamente. Sin embargo, después de varias salidas, Rojas comenzó a pedir dinero, alegando que sus cuentas bancarias estaban bloqueadas. Al final, lo que comenzó como un romance prometedor se transformó en una serie de engaños que culminaron en una estafa.
La Estafa Desenmascarada
La situación tomó un giro alarmante cuando Rojas Barrientos solicitó un préstamo de mil dólares, que Manuel le prestó, confiando en su promesa de devolución. Después de cumplir con el primer pago, el hombre continuó pidiendo más fondos, hasta que, desesperado, Manuel le entregó un iPhone 14 Pro Max para que lo empeñara, sacando a cambio un cheque que pronto reveló ser sin fondos. Fue aquí cuando las dudas de Manuel comenzaron a aflorar, culminando en una búsqueda desesperada que lo llevó a confrontar a Rojas frente a su domicilio, junto a su padre. La llegada de la policía evidenció la magnitud de la situación: hallaron credenciales falsas de médico y militar, además de vestimenta apropiada para una misión militar ficticia.
Un Patrón de Engaños
Tras el enfrentamiento, Manuel no fue el único que sufrió a manos de Rojas Barrientos. Otro joven, de otro estado de México, se contactó con él para compartir su propia experiencia de estafa. La investigación policial reveló demasiadas similitudes, y se susurraba que Rojas había solicitado medicación para HIV a sus víctimas, complicando aún más el escenario. Con el tiempo, se supo que Rojas también había viajado a la Patagonia argentina y Chile, fingiendo ser sacerdote y usando relatos elaborados para ganar la confianza de nuevas víctimas. La capacidad de manipulación de este individuo es digna de mención, ya que logró crear una red de engaños que, según versiones, lo ubicaban como español, costarricense o simplemente un astuto falsificador sin fronteras.
Esta historia pone sobre la mesa los peligros ocultos detrás de las conexiones virtuales y la complejidad del comportamiento humano.