Un Primer Tiempo Para Olvidar
El encuentro de anoche en Asunción fue una montaña rusa de emociones para los hinchas de River Plate. Tras un primer tiempo penoso, donde el millonario mostró dificultades ante un Libertad que no se la hizo fácil, el equipo dirigido por Marcelo Gallardo logró encontrar su camino en el complemento. Sin embargo, el rendimiento inicial deja abiertas las interrogantes sobre su capacidad para enfrentar desafíos mayores, como lo será el futuro partido ante Palmeiras en los cuartos de final de la Copa Libertadores.
Cambios que Marcan la Diferencia
Consciente de la necesidad de reaccionar, Gallardo recurrió a ajustes tácticos en el entretiempo. La entrada de jugadores clave como Juanfer Quintero, Sebastián Driussi y Nahuel Fernández revitalizó al equipo. Esta transformación se notó rápidamente, con River haciendo un mejor control del partido y dejando atrás la imagen de intrascendencia que había mostrado en la primera mitad. Aún así, el equipo sigue lidiando con una alarmante falta de gol, situación que se agrava al haber llegado a su tercer encuentro sin convertir. La figura más activa en ataque fue, irónicamente, un defensor, Gonzalo Montiel.
Un Futuro Dudoso
A pesar de la buena imagen que mostró el equipo en el segundo tiempo, los planteos de Gallardo aún generan dudas. La inversión de más de 75 millones de dólares en refuerzos no parece haber dado los frutos esperados, y la pregunta es clara: ¿River Plate es realmente un candidato para conquistar la Copa? La respuesta, por ahora, es incierta. La falta de eficacia en la finalización y el carácter fluctuante del desempeño del equipo dejan a los fanáticos en un estado de expectación. La hora de la verdad se acerca y el despertar de este gigante del fútbol argentino es más necesario que nunca.