Un Pulmón Ecológico en Riesgo: La Defensa del Humedal del Arroyo Ñireco
El rincón donde se entrelazan los barrios 150 y 112 Viviendas, en la costa del arroyo Ñireco, es más que un simple terreno; se trata de un valioso humedal que representa un pulmón ecológico esencial para la región. Sin embargo, esta frágil zona está en peligro debido a un proyecto de urbanización que busca transformar el área en un nuevo complejo habitacional. Desde el Foro de Juntas por el Ambiente, distintas juntas vecinales han expresado su fuerte oposición al avance de esta iniciativa, enfatizando que el terreno no es apto para viviendas y que su destrucción podría ocasionar graves problemas ambientales y de calidad de vida para los habitantes de la zona.
El ecosistema del humedal no solo alberga una gran diversidad de flora y fauna, sino que también cumple funciones esenciales en la regulación del agua. Durante las lluvias, el área se convierte en un refugio para diversas aves que anidan y se alimentan de plantas acuáticas, además de formar un canal de drenaje que conecta con el arroyo Ñireco. Marcela Tomás, miembro del Foro, señala la necesidad de cuidar este ecosistema frágil y su relación directa con la calidad de vida de los residentes. Las preocupaciones están bien fundamentadas: en 2004, intensas lluvias provocaron deslizamientos y inundaciones en el área, recordando a todos los peligros que conlleva alterar el equilibrio natural del humedal.
El reciente tratamiento en la Comisión de Gobierno y Legales del Concejo Municipal sobre un proyecto de ordenanza que permitiría modificar el uso del suelo ha encendido las alarmas entre los vecinos. Corina Gómez, referente del barrio 112 Viviendas, alzó su voz en nombre de la comunidad, demandando estudios de impacto ambiental y advirtiendo sobre los riesgos que implicaría la construcción de 49 nuevas viviendas en un área claramente vulnerable. Los testimonios de los residentes son contundentes: el agua ya se filtra en sus hogares e incrementar la edificación solo agravaría la situación. Así, el futuro del humedal y la calidad de vida de sus vecinos se encuentra en un delicado punto de inflexión, mientras aguardan soluciones que garanticen la protección del entorno.
