La Leyenda del “Gallo” Gesualdo
Néstor “Gallo” Gesualdo, un nombre que resonará por siempre en la memoria del fútbol argentino, falleció este miércoles a los 83 años. Con él se apaga una figura que, desde la sombra, dejó huella en la historia de River Plate y Banfield. Su famosa travesura en 1966, lanzando una gallina al campo de juego para burlarse de un River derrotado en la final de la Copa Libertadores ante Peñarol, se transformó rápidamente en un apodo que marcaría un antes y un después en el fútbol argentino: “Las Gallinas”. Aunque al principio fue motivo de escarnio, River supo convertirlo en un símbolo de orgullo.
En aquellos días, la hinchada de Banfield se unió para realizar un acto que se ha convertido en leyenda. Después de la emblemática final perdida por River, donde comenzaron ganando 2-0 y terminaron cayendo 4-2, el ambiente estaba cargado de burlas y risas. Fue en ese contexto que el Gallo, con amigos y un ingenio especial, decidió cubrir a una gallina con una cinta roja y blanca antes de lanzarla al césped del estadio. La gallina cayó a los pies de Pinino Más y fue recibida con una brutal patada, la acción que cimentaría el apodo infame y, con el tiempo, parte de la mitología del club.
Gesualdo, que siempre prefirió el anonimato, solo narró su hazaña a unos pocos cercanos, temeroso de la posible reacción de los fanáticos de River. Sin embargo, su travesura nunca perdió vigencia, y durante años, hinchas de diferentes clubes replicaron el acto, consolidando el apodo de “gallinas” en el argot del fútbol. A pesar de sus intentos por mantenerse en el oculto, su leyenda se fue alimentando, y su nombre, una curiosidad del destino, se ha vuelto inseparable de la historia del fútbol argentino. La afición de Banfield lo despide hoy, recordando al hombre que, con una gallina y un toque de creatividad, selló una parte inolvidable del folklore futbolero.