Velasco: un grito de desahogo en Mendoza
Tras meses de incertidumbre y presión en el Xeneize, Alan Velasco encontró finalmente la bocanada de aire que tanto anhelaba. Su gol en Mendoza, que colocó el marcador 3-0, no solo le brindó a Boca Juniors una victoria crucial tras 12 partidos, sino que también le permitió al mediapunta de 23 años liberarse de un pesado lastre. En una emotiva celebración, su llanto habló por sí mismo; un instante que dejó por sentado que, por fin, podía dejar atrás esa sombra que lo perseguía desde su llegada al club y el recordado penal fallado contra Alianza Lima.
Un mensaje en redes que refleja su felicidad
“Muy contento con la victoria del equipo y por mi primero gol con esta camiseta”, publicó Velasco en sus redes sociales, junto a una imagen donde señala al cielo en un gesto que recuerda a su ídolo, Lionel Messi. Este posteo no solo refleja su alegría por el tanto, sino también un cambio en su mentalidad. La presión de ser un refuerzo de “10 palos verdes” parecía estar pesando demasiado, y con esta anotación, Velasco parece haber encontrado el camino para reencontrarse con su mejor versión.
La revancha llegó después de 1000 minutos
El zurdazo que significó su primer gol con la camiseta de Boca llegó después de más de ocho meses y 1000 minutos de juego sin poder celebrar. Fue un desahogo total que resonó en el Malvinas Argentinas, con compañeros y aficionados compartiendo su entusiasmo. No solo rompió un maleficio personal, sino que también fue una muestra de que los momentos difíciles pueden transformarse en oportunidades para renacer. Ahora, con esa alegría renovada, Velasco busca consolidar su lugar en el equipo y transformar sus emociones en rendimiento en la cancha.