La fe en momentos críticos: El relato de Gustavo Bermúdez
Gustavo Bermúdez, uno de los rostros más reconocidos del teatro argentino, ha abierto una vez más las puertas de su vida personal. En una emotiva conversación con Sebastián Wainraich en el programa “Vuelta y media” de Urbana Play, el actor compartió un episodio desgarrador que lo marcó para siempre: la grave enfermedad de su hija menor, Manuela, quien a los seis meses enfrentó un cuadro severo de rotavirus. En sus palabras, Bermúdez describió cómo esa tormentosa experiencia lo llevó a reexaminar su relación con la fe. “No soy devoto”, dijo, “pero en un momento de desesperación, aun siendo ateo, mirás al cielo y pedís ayuda”. Esta reflexión no solo muestra la vulnerabilidad del actor, sino también el papel crucial que la fe puede jugar en momentos de crisis.
El relato de Bermúdez se remonta a más de dos décadas atrás y pone de relieve cómo enfrentó la angustia de casi perder a su hija. Las palabras del actor revelan una profundidad emocional que trasciende su historia personal, convirtiéndola en una lección sobre la resiliencia y la búsqueda de apoyo en momentos de desesperación. Reconoció que, aunque no es un ferviente seguidor de la religión, ha visto cómo muchas personas encuentran consuelo y fortaleza en la espiritualidad, subrayando la importancia de cualquier práctica que le haga bien a uno, siempre que no lastime a los demás. Este enfoque humanista refleja su entendimiento de que la fe, más allá de sus connotaciones religiosas, puede ser un refugio importante en tiempos difíciles.
En la actualidad, Bermúdez se encuentra en un momento renaciente en su carrera, regresando al teatro con “La cena de los tontos”. Aunque su vida personal es generalmente un tema del que prefiere no hablar, su reciente testimonio ha resonado tanto entre su público como entre sus colegas. Los ecos de su historia sobre la fe y la superación se entrelazan con su regreso a los escenarios, donde expresa su pasión por el arte. Al abordar la polémica que surgió por la salida de otro actor del elenco, se mostró conciliador y claro, asegurando que la transición fue respetuosa y ordenada. Así, la carrera de Bermúdez se nutre de aplausos, pero también de momentos de sinceridad que enriquecen su narrativa tanto en el escenario como en la vida cotidiana.