El Éxito de “En el Barro” y la Expectativa por la China Suárez
Recientemente, “En el Barro”, el spin-off de la exitosa serie “El Marginal”, se ha estrenado en una plataforma de streaming y ya ha logrado cautivar a la audiencia. Ana Garibaldi, quien interpreta a Gladys Guerra de Borges, estuvo presente en Desayuno Americano de América TV para hablar sobre su experiencia en la serie. Durante la charla, destacó su relación con la China Suárez, quien se unirá al elenco en la segunda temporada como Nicole, una prostituta VIP que ingresa a la prisión de La Quebrada. La actriz se mostró entusiasta al referirse a su compañera: “La pasé bárbaro con la China, nos llevamos genial”. Este buen ambiente se traduce no solo en el trabajo, sino también en anécdotas divertidas; Garibaldi recordó un momento en el que Suárez sorprendió al equipo con hamburguesas, una pequeña muestra de su cercanía y camaradería.
La Participación de la China Suárez y sus Rumores
La llegada de la China Suárez al elenco generó cierta expectativa entre los fans antes de su estreno, con muchos especulando si su personaje estaría presente desde el inicio. A pesar de algunos rumores que señalaban su posible eliminación de las escenas, la actriz logró calmar las especulaciones al cumplir con un gesto en redes sociales, dejando entrever que su participación se dará en la segunda temporada. La producción también se sumó al juego de expectativa al compartir un primer vistazo de su personaje, lo que genera un aire de misterio sobre lo que los espectadores pueden esperar de Nicole, descrita como “prostituta VIP de clientes millonarios”.
Recordando a la Locomotora Olivera y el Clima en el Set
El ambiente en el set de “En el Barro” no solo se caracteriza por la química entre las actrices, sino que también está marcado por la memoria de quienes ya no están, como la Locomotora Olivera. Ana Garibaldi se tomó un momento para recordar a su compañera, quien dejó una huella indeleble en la serie. Con sentimientos encontrados, expresó su dificultad para hablar de ella en pasado, resaltando su alegría y profesionalismo durante las grabaciones. Ambas disfrutaban de un entorno laborable donde la compañía de cada una se hacía notar, incluso en escenas complicadas. Garibaldi relató con humor cómo Olivera se rehusó a participar en desnudos, manteniendo siempre su postura firme y divertida, lo que a su vez reforzaba la buena dinámica dentro del elenco.