La Reacción del Mercado tras la Victoria de Fuerza Patria
La victoria de Fuerza Patria en las elecciones legislativas bonaerenses ha sacudido el escenario económico argentino, provocando que los mercados reaccionaran con marcado pesimismo. Desde el instante en que se conocieron los resultados, el impacto fue inmediato: las acciones argentinas en Wall Street sufrieron caídas de hasta un 21% antes de la apertura oficial. Esta tendencia se reafirmó en la apertura del índice Merval, que vio un desplome del 16%, acumulando así una caída cercana al 43% en lo que va del año, medido en dólares. El clima de incertidumbre también se reflejó en la moneda local, donde el dólar minorista saltó a $1.480 mientras que el tipo de cambio mayorista ascendió a $1.440, alcanzando el límite superior de la banda de flotación establecida por el Gobierno.
La situación es aún más crítica si se considera el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que permite la intervención del Banco Central en el mercado cambiario si el dólar supera el umbral fijado. Con el Tesoro argentino activo en la venta de reservas en semanas recientes, los analistas anticipan que el Banco Central tendrá que asumir un papel más protagónico en la gestión del mercado de cambios. La desconfianza de los inversores también se ha manifestado en los bonos en dólares, que han reportado caídas superiores al 13%. El riesgo país, por su parte, ha escalado dramáticamente, acercándose a los 1.100 puntos, reflejando la inquietud que ya se respiraba días antes de las elecciones.
El clima cambiario alternativo tampoco se ha quedado atrás. Tras el triunfo del peronismo, el dólar cripto superó los $1.450, una reacción que resuena con las previsiones de especialistas como JP Morgan, que anticiparon movimientos hacia el techo de la banda establecida por el Gobierno. La expectativa se torna incierta, especialmente con las elecciones legislativas de octubre a la vista. En este contexto político polarizado, expertos sugieren que el Ejecutivo debe optar por gestos conciliatorios, ampliando su base de apoyo y buscando reconstruir puentes de diálogo con sectores moderados de la oposición. Cada uno de estos factores se entrelaza en un escenario que plantea desafíos económicos complejos y críticos para la estabilidad futura del país.