La Resiliencia de Mario Jardel: Un Viaje de Caídas y Renacimiento
El histórico goleador brasileño Mario Jardel, conocido por haber sido dos veces Botín de Oro en Europa, ha abierto su corazón sobre un capítulo oscuro de su vida. En una reciente entrevista con O Globo, Jardel reveló los estragos que su adicción al alcohol y la cocaína causaron en su vida. “Podría estar muerto, pero Dios me dio otra oportunidad”, afirmó con una sinceridad desarmante. Su lucha personal por superar estos demonios resuena con muchos, especialmente en un contexto donde el bienestar mental se vuelve prioritario.
Ahora, Jardel ha encontrado paz en su Fortaleza natal, donde se ha apartado del ruido del fútbol. Con una rutina que incluye ejercicio, dieta saludable y asistencia regular a la iglesia, ha logrado distanciarse de su pasado. “Me apoyo mucho en Dios para alejar lo que me hace mal. Llevo una vida familiar, me protejo porque sé lo que viví”, compartió. Sin embargo, el camino no ha sido fácil; durante años, convivió con una adicción que lo llevó a una sobredosis en 2007, un punto de quiebre que cambió su vida para siempre. “Es una lucha diaria. Hay que ser fuerte para decir que no”, confesó.
A pesar de sus logros en la cancha, donde brilló en equipos como Porto y Galatasaray, Jardel ha enfrentado también su cuota de controversias y desafíos, incluyendo una fallida carrera política que lo llevó a la destitución por múltiples cargos. Lejos de aquella vida de lujos, su presente es más modesto, defender su estabilidad emocional se ha convertido en su prioridad. En sus propias palabras: “Ya no tengo un sueldo millonario. Trabajo para pagar las cuentas y estar en paz con mi familia”. En esta transformación, la historia de Mario Jardel se alza como un potente recordatorio de que la recuperación es posible y que siempre hay una luz al final del túnel.


