La Tragedia en Concordia: Un Conflicto Familiar que Terminó en Violencia
Un Suceso que Conmocionó a la Comunidad
En la ciudad de Concordia, Entre Ríos, un trágico incidente ha sacudido a la comunidad del barrio Llamarada. Una joven de 14 años, identificada como A.E.P., le quitó la vida a su vecina, Jesica Noemí Bravo, de 26 años, en un enfrentamiento que, lamentablemente, no es aislado. Este trágico suceso está enmarcado por un histórico conflicto entre las familias Priette y Sampietro, que ha generado múltiples antecedentes de peleas.
La violenta confrontación ocurrió en plena vía pública cuando una discusión escaló rápidamente a un ataque con arma blanca. Testigos oculares relatan que los gritos resonaban en el aire mientras Jesica era agredida. A pesar de los esfuerzos médicos por salvarla en el hospital Delicia Concepción Masvernat, sus graves heridas resultaron letales.
La Insuficiente Intervención de las Autoridades
La agresora, actualmente bajo la tutela del Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (COPNAF), representa un caso que despierta inquietud sobre la gestión de conflictos familiares por parte de las autoridades. El jefe Departamental de la Policía de Concordia, José María Rosatelli, confirmó que existían denuncias previas por agresiones verbales y físicas entre las familias, las cuales no fueron atendidas con la seriedad necesaria. “Ya habían existido peleas anteriores, incluso en los últimos dos meses hubo denuncias que no fueron abordadas con la seriedad necesaria”, afirmó.
Este escenario de inacción presentada por las autoridades deja una huella dolorosa y evidente en la comunidad, levantando preguntas sobre cómo se manejan situaciones de conflicto en los barrios.
La Voz de una Familia en Luto
Los ecos de esta tragedia retumban no solo en las calles de Concordia, sino también en las redes sociales. Sheila Bravo, hermana de la víctima, ha expresado su desconsuelo y rabia, cuestionando la falta de acción oportuna por parte de las autoridades. En un emotivo mensaje compartido en video, Sheila expresó: “Mi hermana estaría viva si se hubiese actuado antes”. Este clamor por justicia resuena en cada rincón del barrio, donde la violencia ha dejado cicatrices profundas.
La historia de Jesica y A.E.P. refleja no solo un caso de violencia juvenil, sino también la crucial importancia de escuchar y actuar ante las alertas de conflicto que, si se ignoran, pueden llevar a consecuencias trágicas e irreversibles.