Ajuste Económico en Argentina: Un Impacto Alarmante en el Mundo Laboral
Desde que Javier Milei asumió la presidencia de Argentina, el país se encuentra inmerso en un profundo ajuste económico que ha traído consecuencias devastadoras para el ámbito laboral y empresarial. Este ajuste, que se prometió inicialmente como un golpe directo a la “casta política” y la ineficiencia gubernamental, ha terminado impactando con mayor fuerza a los trabajadores y a las pequeñas y medianas empresas (PyMEs), fundamentales para el sostenimiento de la economía local. En un contexto donde la realidad laboral se desmorona, los datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT) revelan una problemática compleja y alarmante.
El panorama que se dibuja es desalentador: desde la llegada de Milei al poder, más de 15 mil empresas han cerrado y alrededor de 220 mil empleos se han perdido. Según las cifras oficiales, en noviembre de 2023 Argentina contaba con 511.337 empleadores y casi diez millones de trabajadores registrados, pero para junio de 2025, ese número se redujo a 496.035 empleadores y 9.621.034 trabajadores. Este declive no afecta a todos los sectores por igual; las grandes empresas, aquellas con más de 500 trabajadores, han sufrido especialmente, con una caída del 3,54% de su plantilla, acaparando el 72% de las pérdidas laborales en este periodo crítico. Por otro lado, las empresas más pequeñas han visto una reducción del 1,32% en su fuerza laboral.
Los sectores más dicientes en esta crisis incluyen la “Administración pública, defensa y seguridad social obligatoria”, que ha perdido cerca de 90 mil puestos de trabajo, y la “Construcción”, que ha registrado un desplome del 17,1%, resultando en la pérdida de más de 81 mil empleos. Otros rubros como “Servicios de transporte y almacenamiento”, “Industria manufacturera” y “Comercio” también han experimentado despidos masivos, develando así las consecuencias de las políticas de ajuste liberal implementadas por el gobierno. A pesar de las intenciones de estabilizar la economía, estas medidas han debilitado el tejido económico y social del país, dejando a los trabajadores y a las PyMEs en una situación crítica y preocupante.