La economía argentina en números: retos y realidades
La economía argentina atraviesa un momento complicado, marcando su tercera caída consecutiva en la actividad económica durante julio, según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Aunque la contracción fue leve, con una disminución del 0,1% respecto a junio, lo cierto es que este desaceleramiento se suma a un panorama ya inquietante, caracterizado por salarios deprimidos y una creciente inestabilidad financiera. El Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE) revela que la economía se encuentra un 0,9% por debajo del nivel registrado en diciembre del año pasado, lo que indica que la situación no solo es delicada, sino que también refleja un daño acumulado a lo largo del tiempo.
En el contexto interanual, los datos arrojan un crecimiento del 2,9%, el más bajo desde noviembre de 2022. Los sectores que destacan en este crecimiento son finanzas y petróleo y minería, que han mostrado incrementos del 23,2% y 13,4%, respectivamente. Del mismo modo, otros rubros también tuvieron comportamientos positivos: el comercio creció un 2,1% y la construcción un 3%, lo que aporta un matiz esperanzador en medio de un panorama desalentador. Sin embargo, la industria manufacturera presenta una imagen negativa, sufriendo una caída del 1,8%, lo que plantea serias preocupaciones sobre su capacidad de recuperación.
Mirando hacia adelante, las proyecciones no son optimistas. Según la Gerencia de Estudios del Banco Provincia, se prevé que la actividad económica se contraiga un 1,4% en agosto, uno de los meses clave para la economía argentina. La Unión Industrial Argentina (UIA) también ha indicado que la industria podría permanecer en niveles similares o incluso descender, apuntando a un panorama incierto y oscuro para el sector. Indicadores como el descenso del 9% en los despachos de cemento, una caída del 13% en el patentamiento de maquinaria industrial y una baja del 7% en la producción automotriz evidencian las múltiples facetas de una economía que lucha por encontrar su rumbo en medio de una adversidad constante.