Juana y Nacho Viale: Una Aventura Ciclística en el Gran Fondo de Nueva York
Juana y Nacho Viale han demostrado que el espíritu de aventura corre por sus venas al participar en el Gran Fondo de Nueva York, una prestigiosa competencia de ciclismo amateur que reúne cada año a un variado grupo de ciclistas de distintas nacionalidades. Este evento es famoso no solo por su exigente circuito de 140 kilómetros, que incluye desfíos como desniveles pronunciados y subidas técnicas, sino también por la oportunidad de conectar con la naturaleza y compartir momentos únicos. La experiencia comenzó con los preparativos previos en las primeras horas de la mañana, cuando ambos se despertaron a las 3 A.M. para prepararse, inmersos en un ambiente de nervios y emoción. Desde el momento de la partida, que lució como una auténtica fiesta del ciclismo, hasta el cruce de la meta, Juana subió diversas stories a Instagram donde reflejó tanto la tensión del inicio como la alegría del logro.
El compromiso con un estilo de vida saludable es evidente en la creciente pasión de Juana por actividades al aire libre. A lo largo de los años, ha sido vista practicando trekking y navegando, mostrándose siempre conectada con el medio ambiente. La elección de participar en eventos de ciclismo, como el Gran Fondo, resalta esta afinidad. En un estilo muy personal, Juana compartió la belleza del recorrido a través de imágenes cautivadoras que capturaron paisajes verdes y el espíritu de superación que caracteriza a estos eventos. “La belleza de todos los paisajes fueron cautivadores para hacer 140 kms”, escribió, evidenciando que más allá de la competencia, se trata de disfrutar la conexión con la naturaleza.
El entusiasmo y la energía que ambos transmitieron en sus publicaciones no solo reflejan la satisfacción de haber completado la carrera, sino que también celebran el vínculo familiar fortalecer por medio de la actividad física. Con medallas al cuello y sonrisas en sus rostros, Juana y Nacho manifestaron un mensaje claro: la verdadera victoria radica en la experiencia compartida y el disfrute del camino. En un tono divertido, simularon haber ganado un podio, mostrando que el verdadero triunfo se encuentra en la vivencia y la emoción que les proporcionó la jornada. Esta nueva aventura en Nueva York es un testamento de su amor por el deporte y la vida activa, dejando una huella imborrable en sus corazones.
