El pasado domingo por la noche, el barrio de Centenario fue escenario de un violento episodio que dejó a sus residentes temerosos. En la intersección de Puerto Madryn y Mari Menuco, un joven irrumpió en su hogar, desatando el caos y el terror entre las mujeres de su familia. Según el comisario Marcos Mazzone, el atacante llegó en un estado de agresión, desordenando la casa y buscando objetos de valor. La situación se tornó crítica cuando, en medio del descontrol, tomó un cuchillo de cocina y hirió a su hermana menor, de tan solo 16 años, provocándole un corte en la mano, antes de escapar con su teléfono celular.
El clima de miedo se vio intensificado por la presencia de otras hermanas en el hogar, quienes presenciaron la escena aterradora. Mientras uno de los jóvenes trataba de bloquear la salida del agresor, se vio impotente ante su violencia repentina. Este tipo de comportamiento no es nuevo; el agresor ya contaba con antecedentes de violencia familiar, vinculado a una dependencia de sustancias. A pesar de que su madre había acudido al Juzgado de Familia buscando ayuda profesional y denunció la situación, su hijo se ha negado repetidamente a someterse a cualquier tratamiento, lo que contribuye a un ciclo de agresiones y desesperación familiar.
La respuesta de las autoridades no se hizo esperar. La Comisaría 52 ha comenzado a investigar el caso, pero el joven permanece prófugo tras su acto violento, dejando a la comunidad con una sensación de vulnerabilidad y tristeza. Las calles de Centenario, criaturas de vida en días normales, están marcadas por el temor a que se repitan eventos similares. Las familias del barrio, preocupadas por la seguridad de sus seres queridos, esperan que se tomen medidas efectivas para restaurar la paz y proteger a quienes estaban directamente involucrados en este trágico suceso.