Inflación de Noviembre: Un Desafío que Persiste
Noviembre trae consigo una nueva ola de preocupaciones en cuanto a la inflación, con estimaciones que anticipan que podría superar el 2%. Diversas consultoras privadas, como EcoGo, proyectan que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) cierre el mes en un 2,5%. Este incremento es especialmente preocupante ya que marcaría el tercer mes consecutivo de alzas, tras los registros de 2,1% en septiembre y 2,3% en octubre. Las tendencias en la economía parecen señalar un camino de precios regulados y estacionales que continúan al alza, lo que genera ansiedad en los consumidores y el mercado.
Uno de los principales motores detrás de esta escalada inflacionaria es el fuerte aumento en el precio de la carne, que en noviembre experimentó un incremento del 5,8%. Este aumento no es casual, ya que se debe a mayores costos en toda la cadena de suministro alimentaria y a un entorno mayorista que sigue en crecimiento. Esto impacta directamente en los costos de la canasta alimentaria, con repercusiones inmediatas en las mediciones del IPC. Al mismo tiempo, los precios regulados también han contribuido al fenómeno, con un aumento del 2,1% en sectores como servicios eléctricos, gas y transporte público, que han visto ajustes significativos.
Además de los factores económicos fundamentales, el componente estacional también ha influido en esta situación. En un mes típico de noviembre, se observan variaciones en los precios de frutas y verduras, aunque su impacto suele ser limitado. No obstante, estas fluctuaciones han reforzado el aumento de los índices más allá de lo que se esperaba inicialmente. Con diciembre a la vista, los economistas sugieren que este mes podría traer más sorpresas en forma de incrementos adicionales, lo que alimenta la incertidumbre en torno a las expectativas de inflación y el consumo al final del año. Las expectativas son altas y la cautela es la norma en un entorno donde la inflación sigue jugando un papel protagónico.
