La Lucha de ATE contra la Reforma Laboral
La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), liderada por su secretario general, Rodolfo Aguiar, ha intensificado su rechazo hacia la reforma laboral que el Gobierno argentino pretende llevar al Congreso. A través de un llamado a paro nacional, los sindicalistas buscan visibilizar su descontento, congregando a trabajadores de todos los rincones del país. Esta movilización, programada para el 9 de diciembre, no solo se presenta como una manifestación contundente, sino que también coincide estratégicamente con la fecha anticipada de la introducción oficial del proyecto de reforma. Según Aguiar, el Gobierno se escuda en falsas promesas de mejora económica, pero en realidad buscan “disciplinar a la fuerza de trabajo”, lo que ha encendido alarmas en el gremio.
Los argumentos de ATE son claros y están fundamentados en la experiencia previa que ha dejado desilusión en los trabajadores. Aguiar sostiene que la propuesta no se enfoca en mejorar la competitividad o la productividad, sino en atacar derechos laborales fundamentales. En un entorno donde la economía se encuentra en un período de transición, los sindicalistas advierten que recortar derechos no solo es una medida peligrosa, sino que resulta contraproducente. Al respecto, Aguiar manifiesta que “no vamos a tolerar que se avance en esta dirección sin escuchar nuestras demandas y preocupaciones”, enfatizando así la necesidad de incluir a los trabajadores en la discusión sobre su futuro.
La reforma laboral se inscribe en un contexto más amplio de reestructuración del Estado, que incluye recortes drásticos en organismos fundamentales como el Indec, el Conicet y la Anses. Estas medidas han generado un clima de incertidumbre y alarma, ya que los trabajadores temen que estos recortes afecten gravemente la calidad de los servicios públicos. El Gobierno ha indicado que la reestructuración podría comenzar en las próximas semanas, extendiéndose hasta 2026, y parte del ajuste incluye la no renovación de contratos que vencen en diciembre. Aguiar advierte que “están soñando si piensan que van a poder recortar el 10% de la planta estatal”, destacando que los servicios públicos ya operan en su mínimo histórico. El conflicto entre el Gobierno y ATE se presenta, por lo tanto, como un claro reflejo de las tensiones en el ámbito laboral y de los desafíos que enfrentan los trabajadores en esta nueva era de reformas.
