La Resistencia de ATE ante la Reforma Laboral
La Asociación Trabajadores del Estado (ATE) ha hecho eco de su firme postura contra la reforma laboral que el gobierno de Javier Milei pretende implementar, ratificando su paro nacional programado para el martes 9 de diciembre. Esta acción no es solo una respuesta a una política que consideran regresiva, sino también un llamado a la movilización desde todos los rincones del país. Los afiliados y simpatizantes de ATE se están organizando para llevar a cabo manifestaciones masivas, con el Congreso de la Nación en Buenos Aires como el principal punto de convergencia. La amenaza que representa la reforma ha encendido la chispa de la resistencia entre los trabajadores.
El secretario general de ATE Capital, Daniel Catalano, ha emergido como un referente en este momento crítico, manifestando su compromiso de estar “en la calle resistiendo”. La reforma que se discute no ha gozado de buenas perspectivas entre los sindicatos, que la ven como un “combo explosivo”. Según Catalano, estos cambios no parecen destinados a ampliar derechos laborales, sino más bien a recortarlos, una situación que, de concretarse, afectará gravemente a la estabilidad laboral y a las indemnizaciones que tanto protegen a los trabajadores. Aunque los detalles precisos de la reforma aún son en gran medida desconocidos, los rumores sobre la eliminación de organizaciones sindicales y la precarización del trabajo generan una palpable preocupación.
A esta compleja situación se suma la agenda del gobierno que incluye sesiones extraordinarias en el Congreso para discutir no solo la reforma laboral, sino también cambios en el Código Penal. Catalano ha expresado su inquietud por esta doble agenda, alertando sobre la posibilidad de que estas leyes podrían incluir medidas que criminalicen prácticas médicas vinculadas al aborto. En respuesta a esta coyuntura, líderes sindicales como Hugo Yasky y Hugo Godoy están uniendo fuerzas para coordinar acciones colectivas de resistencia. Con un consenso en torno a la necesidad de luchar contra estas reformas, se preparan para llevar a cabo paros y movilizaciones, reafirmando así la determinación del sindicalismo argentino de no retroceder ante los desafíos que se presentan.


