Inflación y Críticas: Un Análisis del Informe del INDEC y la Respuesta de Cristina Fernández de Kirchner
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dio a conocer este jueves que la inflación correspondiente a noviembre alcanzó un 2,5%, posicionando el índice interanual en un alarmante 31,4% y un acumulado del 27,9% en lo que va de 2025. Esta publicación encendió la ira de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien, a través de un extenso posteo en sus redes sociales, expresó su preocupación por lo que considera un manejo económico deficiente por parte del gobierno de Javier Milei. Desde su perspectiva, estas cifras no son solo números, sino un claro signo del deterioro progresivo en la calidad de vida de los argentinos.
En su mensaje, Fernández de Kirchner utilizó la ironía para cuestionar la aparente calma del actual gobierno, preguntando retóricamente si realmente todo marchaba “de acuerdo al plan”. A partir de ahí, enumeró una serie de medidas que, según su opinión, han contribuido a esta situación económica: recortes significativos en salarios y jubilaciones, el aumento del endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional (20 mil millones de dólares), y la creciente problemática del cierre de comercios y fábricas. Para la expresidenta, estos factores son indicativos de una política que prioriza el ajuste por sobre el bienestar de la población, resultando en un descenso del consumo y un crecimiento del descontento social.
Fernández de Kirchner también trazó un paralelismo histórico, contrastando las cifras actuales con las de su propio mandato. Recordó que en noviembre de 2015, el “IPC Congreso” mostraba una inflación considerablemente más baja, en un contexto en el que no existía deuda con el FMI. Además, destacó que durante su gestión se implementaron políticas sociales que generaban beneficios concretos, como mejores salarios, jubilaciones dignas, y acceso a tecnologías para estudiantes. Esta narrativa no solo busca evidenciar un retroceso en la situación económica, sino que también pone en duda la efectividad y el enfoque de las políticas actuales, abogando por un estilo de gobierno más atento a las necesidades de la población.


