Consumo en Caída: Un Análisis del Decrecimiento del 2,8% en Noviembre
Noviembre trajo consigo un panorama desalentador en el ámbito del consumo en Argentina, con un decrecimiento interanual del 2,8%, según los últimos datos de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC). Este descenso no se limita a un fenómeno aislado; revelando también una caída del 1,3% en términos desestacionalizados respecto al mes anterior, se vislumbra una tendencia que inquieta a consumidores y empresarios por igual. En un contexto donde la inflación se agrega al debate económico, la combinación de una licuación salarial y el mal desempeño del consumo genera preocupación. Las políticas implementadas por el gobierno de Javier Milei en busca de contener la inflación parecen no haber surtido el efecto deseado sobre el poder adquisitivo de la población.
En un entorno marcado por la aceleración inflacionaria del segundo semestre de 2025, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) reflejó un cambio del 2,5% en noviembre, consolidando así tres meses seguidos con inflación superior al 2%. Comparativamente, el IPC mostró una variación del 31,4% respecto al mismo mes del año anterior, mientras que el acumulado durante este año alcanzó un inquietante 27,9%. Este escenario resalta no solo la presión que ejerce la inflación sobre los consumidores, sino también las diferencias en el impacto a lo largo de sectores específicos, que han experimentado altibajos en su desempeño.
Mirando hacia el interior de los diversos sectores, las disparidades son notorias. Mientras que la indumentaria y el calzado tuvieron un notable crecimiento del 16,8% interanual, otros sectores, como el transporte y los vehículos, sufrieron una caída del 2,0%. Se observa cierta recuperación en recreación y cultura, con un crecimiento del 5,2%, aunque otros rubros como vivienda y servicios apenas se contrajeron un 0,6%. Los bienes de consumo masivo, sin embargo, siguen presentando señales de estancamiento con una disminución interanual del 0,1%, acompañado de ajustes mensuales que delatan una tendencia complicada. Así, el 2025 concluye con un retrato de desafíos persistentes, tanto por efectos sistémicos como por las características únicas del mercado argentino.
