La incomodidad de hablar de política
A comienzos del año pasado, Emilia Mernes se encontró en una situación inesperada durante una gira promocional en España. Fue consultada sobre las medidas del gobierno de Javier Milei, y su reacción, que incluía una mirada nerviosa a un miembro de su equipo que rápidamente pronunció “no vamos a hablar de política”, se volvió viral. La escena capturó la atención de los usuarios de redes sociales, convirtiéndola en tema de conversación y trending topic. Este episodio refleja la tensión que muchas figuras públicas sienten al ser abordadas en asuntos políticos, especialmente en un contexto tan polarizado como el actual.
En su reciente visita al podcast “Hablando de algo con alguien”, Emilia revisó aquel momento y su propia respuesta. Con un tono de autocrítica, se cuestionó por qué no había dado una respuesta más clara. Reconoció que en ese instante no se sentía preparada para abordar la política, ya que venía de una gira y se sentía desconectada de lo que realmente estaba sucediendo en su país. La artista mencionó que hay un valor en admitir la ignorancia; “está bien decir ‘no sé sobre algo’”, afirmó, destacando la presión que sienten muchos artistas de tener que ser voceros en temas complejos por el simple hecho de ser figuras públicas.
El diálogo sobre su conexión con Argentina es crucial. Emilia enfatiza su compromiso con su país y su entendimiento de la realidad argentina a través de su propia experiencia familiar. “Mis papás están jubilados, mi familia es trabajadora, yo estudié en universidad pública”, comparte. No obstante, la presión de tener que ofrecer respuestas en un ámbito tan delicado como la política pesaba en sus hombros. A pesar de su deseo de contribuir y dar su opinión, se siente a menudo subestimada y le resulta difícil lidiar con las expectativas que la sociedad impone sobre su imagen y rol como artista. Con su último EP, “Perfectas”, busca cuestionar estos estereotipos y empoderar a otras mujeres, reflexionando sobre la lucha por la aceptación en un mundo que a menudo define la “perfección” de manera inalcanzable.


