El resurgimiento de la venta ilegal en Bariloche: un desafío para comerciantes y la economía local
La ciudad de Bariloche, un destino turístico emblemático en la Argentina, enfrenta un panorama complicado. La caída drástica de ventas y el descenso significativo en la llegada de turistas han solicitado a los comerciantes poner en perspectiva su situación actual y sus preocupaciones. Más allá del contexto macroeconómico, que es alarmante por sí mismo, se destaca un problema que afecta la sostenibilidad de numerosos negocios: el resurgimiento de la venta ilegal y ambulante. Desde la Cámara de Comercio, su presidente, Elian Caramichos, ha puesto de manifiesto esta situación que genera “mucha bronca en el comercio”, especialmente en un momento de crisis económica.
La proliferación de vendedores ambulantes y organizaciones clandestinas ha complicado aún más la actividad comercial legal. Caramichos señala que la situación ha alcanzado niveles preocupantes, con grupos organizados que manejan la logística de venta de una amplia variedad de productos. Desde frutas y verduras hasta artículos del hogar, la oferta es diversa, pero el modus operandi es similar: vendedores en condiciones insalubres y, muchas veces, muy jóvenes, se instalan en los accesos a la ciudad y en las arterias principales. Esta dinámica no solo afecta la imagen de Bariloche como destino turístico, sino que también pone en peligro la existencia de negocios que luchan por sobrevivir en un clima de competencia desleal.
El impacto de la venta ilegal va más allá de la economía; también afecta a la comunidad y su bienestar. Con unos 3.000 asociados en la Cámara de Comercio y alrededor de 7.000 habilitaciones municipales, los comerciantes están organizándose para alzar su voz en reclamo de un mayor control por parte del gobierno. Caramichos lamenta la “desidia” del gobierno municipal y asegura que se están llevando a cabo reuniones con autoridades provinciales y nacionales para abordar esta problemática de manera efectiva. La lucha contra la informalidad no solo es un asunto de comercio, es un paso necesario para preservar la identidad y el futuro de Bariloche como una comunidad próspera y sostenible.