La Época Dorada de la Televisión Argentina: Fredy Villarreal y su Figuretti
La televisión argentina ha visto nacer a muchos personajes icónicos a lo largo de los años, pero pocos han logrado permanecer en el corazón del público como Fredy Villarreal. Su caracterización del personaje Figuretti, presentado en los tiempos dorados de Videomatch, se convirtió en un referente del humor nacional. En una reciente conversación con Catalina Dlugi, Villarreal recordó cómo su afán de salir en cámara y su esencia despistada lo llevaron a convertirse en una figura entrañable, que no solo arrancaba sonrisas, sino que se integró en el lenguaje popular. Con las plataformas de streaming y YouTube, esos momentos de risas desbordadas se han mantenido vivos, revitalizando la nostalgia de una época repleta de gags que parecen no haber perdido su frescura.
En los años ’90, la televisión argentina se encontró dividida entre Videomatch y CQC, donde la rivalidad se manifestaba a través de sus conductores: Marcelo Tinelli y Mario Pergolini. Villarreal, como parte de Videomatch, y Andy Kusnetzoff de CQC, se convirtieron en los símbolos de esta contienda. En su diálogo, Villarreal reflexionó sobre cómo ambos eran, en cierto sentido, "chivos expiatorios" de una guerra mediática. Mientras que la propuesta de Kusnetzoff combinaba humor con un enfoque periodístico incisivo, Villarreal optó por la interpretación de personajes cómicos que buscaban figurar. Esta diferencia en estilos no solo los hacía únicos, sino que también aportaba a la riqueza y diversidad del entretenimiento televisivo de la época.
Sin embargo, el éxito no vino sin desafíos. Villarreal reveló que el término "Figuretti" se había incorporado incluso a la Real Academia Española Latina, lo que representa un honor, pero también un peso. La fama y el constante viajar lo alejaron de su vida familiar y de su hogar, con una sensación "adorablemente detestable". Aunque su personaje le permitió alcanzar notoriedad, el precio personal fue alto. Su famosa incursión en la Cumbre de Presidentes de 1997 ejemplifica esta dualidad, donde la audacia de su personaje lo llevó a vivir situaciones extremas. Sin embargo, el desgaste emocional y físico lo llevó a distanciarse del personaje que lo consagró, en busca de un equilibrio con su vida personal.
