El aniversario de Cromañón: Recordando la tragedia y su legado
El 30 de diciembre se cumplen 21 años del devastador incendio en República Cromañón, una fecha que marca un antes y un después en la historia de la música argentina. Durante un recital de Callejeros, un fuego incontrolable causó la muerte de 194 personas y dejó a casi 1.500 heridos. Este suceso no solo fue una tragedia en términos de vida y sufrimiento inmediato, sino que transformó la realidad de una generación entera que, desde entonces, ha tenido que lidiar con las cicatrices emocionales y físicas de esa noche fatídica. La manera en que entendemos la seguridad, el ocio, y el derecho a la diversión se vio profundamente afectada, dando lugar a un reclamo sostenido de memoria y justicia que resuena hasta hoy.
En este contexto, Patricio “Pato” Fontanet, voz de Callejeros, no solo ha retornado a la música tras cumplir su condena, sino que ha continuado con el legado de su banda mediante Don Osvaldo. Este nuevo proyecto musical, que surgió como “CJS” (Casi Justicia Social) en 2010, ha servido para reivindicar la voz de aquellos que ya no están y para mantener la memoria de las víctimas viva. En sus conciertos y comunicados, Don Osvaldo enfatiza la importancia de recordar y educar a las nuevas generaciones sobre lo que sucedió. Un reciente mensaje en sus redes sociales reafirma que “cuanto más lejos nos queda esta fecha, más fuerte debemos recordarla”, insistiendo en la necesidad de que todos sepan lo que sucedió y por qué, reforzando su lema: “La música no mata”.
Este aniversario, además de ser un momento de reflexión, se convirtió en un espacio de encuentro y homenaje. El festival “No nos cuenten Cromañón”, celebrado en el Estadio Malvinas Argentinas, reunió a diversas bandas que, junto a Don Osvaldo, ofrecieron un tributo colectivo a las víctimas. La elección de este nuevo formato al aire libre buscó adaptarse mejor al público, después de años de conmemoraciones en lugares más angostos. Sin embargo, no todo fue unánime: las redes sociales se inundaron de opiniones encontradas. Muchos agradecieron la participación de Don Osvaldo en el homenaje, mientras que otros criticaron lo que consideraron un acto de oportunismo, dado el vínculo entre la banda y la tragedia. Las tensiones familiares y las diferentes percepciones sobre el significado de la memoria y el homenaje revelan que, a más de dos décadas de aquella noche, el dolor y el reclamo de justicia siguen tan presentes como siempre.
