Abel Pintos: La eternidad de sus canciones
Después de tres décadas en la música, Abel Pintos se encuentra en un momento de celebración y agradecimiento. A lo largo de su carrera, ha logrado conquistar al público con su voz y su emotividad, pero más allá de los reconocimientos, lo que realmente destaca es su deseo de regresar a los orígenes y rendir homenaje a quienes le han inspirado. Con su nuevo EP "Gracias a la vida", el artista no solo presenta una colección de canciones que resuenan en la memoria colectiva de Latinoamérica, sino que también logra una conexión profunda con su ídola, Mercedes Sosa, y la tradición musical que él tanto valora. Este álbum es un viaje hacia sus raíces, recordando las canciones que lo moldearon y que, en su opinión, merecen ser reversionadas para mantenerlas vivas en el tiempo.
La manera en la que Pintos llegó a la idea de este disco es interesante. Durante un viaje en auto con una de sus hijas, escuchó una canción clásica que lo sorprendió. Este momento desencadenó en él la necesidad de reinterpretar temas que han marcado su vida, creando un álbum donde cada pieza tiene un valor emocional especial para él. Begin con una versión de “No" de Shakira y se completa con otras joyas como “Soy tuyo” de Andrés Calamaro y "Eres" de Café Tacvba, entre otros. Cada canción elegida cumple con una regla fundamental: podrían haber sido escritas por él. Pintos evoca influencias de su vida, sentir que comparte una esencia común con estas melodías, lo que hace que el resultado final sea un reflejo genuino de su trayectoria y de lo que desea expresar como artista.
En una entrevista, Pintos reflexionó sobre los temas de este nuevo trabajo y lo que significan para él. Para el cantante, reversionar estas canciones es una manera de hacerlas eternas, permitiendo que nuevas generaciones las descubran y sientan el mismo impacto emocional que él experimentó. Las inquietudes sobre cómo lo verán sus hijos o qué legado dejará parecen ser secundarias ante la importancia que le otorga a la música como salvación y terapia. Para él, el arte trasciende la figura del artista y, en su caso, busca que sus canciones, más que su propia persona, perduren en el tiempo, resonando en los corazones de quienes las escuchen. El camino que ha recorrido lo ha llevado a entender que el verdadero legado radica en el poder de la música para curar y transformar vidas.