Los inicios de Alan Lezcano: Música y sueños
Alan Lezcano, nacido el 25 de marzo de 1996 en San Antonio de Padua, tiene un trasfondo musical arraigado en su infancia. Desde pequeño, el recuerdo de escuchar los DVDs con videoclips de los ’80 y ’90 que su padre compraba lo marcó. Esta exposición temprana al rock nacional e internacional no solo moldeó su gusto musical, sino que también encendió la chispa de su vocación: “Si no puedo vivir de la música, quiero vivir con la música”, repetía a modo de mantra. A los 14 años, empezó a escribir sus propias canciones como una forma de canalizar emociones, una práctica que ha perdurado a lo largo de su vida y que se ha vuelto fundamental en su proceso creativo.
La decisión de audicionar para La Voz Argentina se presentó como un punto de inflexión en su carrera. La exposición que brinda el certamen fue un trampolín que le permitió alcanzar un público más amplio y acercarse a su objetivo de impactar con su música. Durante la entrevista, Alan comparte la emoción y el nerviosismo que sintió en el escenario: “¡Es ahora o nunca! Y me encontré con esa sensación de surrealismo” mientras observa a Sole y Lali discutir sobre él. Su elección de Lali como coach fue estratégica, buscando un camino en el pop para mostrar su esencia artística y recibir dirección de alguien con quien siente cierta conexión.
La vulnerabilidad que Alan experimentó en su proceso artístico también se refleja en su vida personal. Hace dos años, un evento desafiante impactó su mundo: su padre sufrió dos ACV. Este momento crítico lo llevó a asumir el rol de sostén familiar, buscando equilibrio entre su vida laboral como diseñador gráfico y su pasión por la música. Reflexionando sobre su viaje, comenta que la música siempre ha sido su refugio, un espacio en el que ha podido expresar sus sentimientos más profundos. A medida que navega por este nuevo capítulo en su carrera, su deseo es seguir brindando a la gente momentos de alegría a través de la música, sin limitarse a ningún género.
