Operativo binacional por la captura de un sicario en la Patagonia
Las autoridades de Chile y Argentina están en alerta máxima ante la sospecha de que Alberto Carlos Mejía Hernández, un delincuente buscado por su presunta participación en un homicidio vinculado a la organización criminal conocida como el “Rey de Meiggs”, pueda haber cruzado la frontera hacia Argentina. La región andina, que conecta ambos países, se ha convertido en el centro de un amplio operativo de búsqueda y control, enfocándose especialmente en los pasos fronterizos del Cardenal Samoré y otros puntos críticos como Peulla y Río Encuentro. La colaboración entre Carabineros de Chile, la Policía de Investigaciones (PDI) y sus homólogos argentinos se ha intensificado, con el objetivo de evitar que Mejía se instale en áreas como Villa La Angostura o San Carlos de Bariloche, donde podría encontrar refugio.
Con un historial delictivo que incluye actividades de alta peligrosidad, Mejía Hernández es señalado como parte de una estructura jerarquizada implicada en el narcotráfico y otros delitos graves. Su búsqueda ha captado la atención no solo de los medios chilenos sino también internacionales, dada la notoriedad del “Rey de Meiggs”. Según informaron fuentes oficiales, el joven aproximadamente fue visto en Osorno, lo que aviva la preocupación sobre su posible huida hacia Argentina. Además, la alerta roja emitida por el gobierno argentino refuerza la urgencia de la situación; la colaboración entre ambos países se centra en el intercambio de información, lo que facilitaría la rápida identificación y captura del sospechoso en caso de que se encuentre en territorio argentino.
Para garantizar la seguridad de los residentes y visitantes en esta época de alta afluencia turística, las autoridades han reforzado los controles y operativos migratorios, incluyendo el enrolamiento biométrico de personas en situación irregular. Estas medidas no solo buscan prevenir la instalación de Mejía en la región, sino también asegurar la tranquilidad de quienes transitan por la zona. Se hace un llamado a la población para que, en caso de visualizar a alguien con las características del sospechoso, informen de inmediato a las autoridades correspondientes, evitando cualquier tipo de contacto directo. La cooperación y vigilancia ante esta amenaza se convierten en elementos fundamentales para mantener la paz y la seguridad en la Patagonia.