El Arresto Domiciliario de José Alperovich: Contexto y Consecuencias
Después de más de un año en el penal de Ezeiza, José Alperovich, exgobernador de Tucumán, ha comenzado a cumplir su arresto domiciliario desde este miércoles. La decisión, tomada por el juez Juan Ramos Padilla, responde a razones de salud, aunque el contexto de su condena es grave: Alperovich fue sentenciado a 16 años de prisión por delitos sexuales. Su nueva residencia está en un departamento en Puerto Madero, un dato que ha levantado ámpulas en la sociedad, considerando que el lugar ya está vinculado a los abusos que se le imputan.
La medida de arresto domiciliario no llega sin condiciones estrictas. Alperovich debe usar una tobillera electrónica, además de pagar una caución real de 400 millones de pesos. Las restricciones impuestas por el juez son claras: no puede tener contacto, directo o indirecto, con la denunciante ni con su entorno, y se le prohíbe realizar declaraciones públicas que pudieran menoscabar la reputación de la víctima. Según Ramos Padilla, la prisión domiciliaria no es un "beneficio excepcional" ni un gesto de clemencia, sino una herramienta legal que debe aplicarse con sumo cuidado.
La condena de Alperovich, que lo halló culpable de nueve casos de abuso sexual, incluye seis hechos con acceso carnal y tres en grado de tentativa. Estos delitos fueron cometidos en situaciones imputadas de poder y subordinación, tanto en el ámbito político como en el familiar. Este trasfondo ha suscitado un amplio debate en la sociedad argentina sobre la justicia, la protección de las víctimas y la efectividad del sistema penal en casos tan complejos y sensibles.