La Controversia en LAM: La Elección de Pepe Ochoa como Conductor Interino
El reciente conflicto en LAM (América TV) ha subrayado las tensiones internas del programa. Todo comenzó cuando Ángel de Brito sufrió un desgarro durante un partido de pádel, lo que lo llevó a ausentarse del ciclo. La producción decidió que Pepe Ochoa sería su reemplazo interino, una elección que no fue bien recibida por todos. Marixa Balli, exvedette y panelista, expresó su descontento públicamente, mencionando que no quería seguir siendo considerada una opción de reemplazo. Su salida de un grupo de WhatsApp compartido por las panelistas fue un claro indicativo de su frustración, señalando que la decisión había tocado un nervio sensible en ella.
El cruce en vivo entre Balli y Yanina Latorre evidenció la escalada de tensiones. Durante una emisión del programa, Latorre interrogó a Balli sobre su enojo, lo que desató una discusión incómoda. La confrontación se tornó personal cuando Balli recordó un comentario que Ochoa había hecho en el pasado, elogiando a Latorre, lo que aparentemente alimentó sus resentimientos. Latorre, por su parte, defendió su postura, afirmando que había acordado previamente con la producción ausentarse cuando De Brito no estuviera presente, buscando establecer su lugar en el programa como figura central. Esta dinámica reveló no solo la lucha por el poder en el programa, sino también las amistades y rivalidades que se han gestado a lo largo del tiempo.
En medio de este conflicto, Ángel de Brito no se quedó callado. En una entrevista con Infama, afirmó que la elección de Ochoa fue su responsabilidad como conductor y que consideraba que debía haber un orden y claridad en el programa. De Brito defendió su decisión, explicando que Ochoa estaba más familiarizado con los acontecimientos recientes, lo que lo hacía el candidato ideal para una emisión cargada de temas controversiales. Además, dejó claro que las panelistas deben aceptar las decisiones del conductor y que no se realizarían votaciones para determinar quién se queda con el cargo. Esta postura firmó el conflicto y evidenció su estilo de liderazgo, donde la variabilidad en la conducción es parte del juego.
