Un Trágico Incendio en Bariloche: Un Llamado a la Reflexión
El lunes por la tarde, Bariloche se vio sacudido por un incendio devastador que no solo consumió una vivienda, sino que también amenazó a varias casas colindantes. La alarma se encendió a las 17:40 cuando se recibió la llamada de emergencia. Desde el cuartel Centro de calle Yatasto, se activaron los cuerpos de bomberos, siendo cuatro los que respondieron de manera inmediata. Sin embargo, el tráfico en la Ruta 40 y la falta de acceso directo dificultaron la llegada al lugar del siniestro. Según Jorge Lagos, presidente de la Asociación de Bomberos Voluntarios Bariloche, “la respuesta fue todo lo rápida que puede realizarse” en esas condiciones. Desafortunadamente, las llamas fueron implacables; la vida de una mujer que no pudo salir a tiempo del incendio se extinguió, dejando un profundo dolor en la comunidad.
La labor de los bomberos voluntarios en Bariloche es admirable. Se trata de un grupo de aproximadamente 25 integrantes que, además de su compromiso con la seguridad, enfrentan el desafío de compatibilizar sus responsabilidades laborales y familiares con el deber de proteger a la comunidad. Lagos subraya que “no siempre tenemos en los destacamentos la cantidad de integrantes que quisiéramos”. A este incendio se sumaron unidades del cuartel de Melipal y Dina Huapi, realzando el esfuerzo conjunto en situaciones de emergencia. La magnitud del fuego es tal que, en estructuras de madera, las llamas pueden consumirlas en minutos, lo que obliga a los bomberos a centrarse en proteger las casas cercanas, ya que el tiempo apremia.
Además de la acción inmediata, el trabajo de los bomberos no termina con la extinción del fuego. Deben asegurarse de que no haya un reinicio del incendio y restablecer el estado de los vehículos y equipos. Bariloche y sus alrededores, incluido Dina Huapi, abarcan jurisdicciones extensas, y esos cuerpos de bomberos enfrentan críticas por parte de la población en momentos de desesperación. Es importante recordar que no cuentan con suficientes recursos económicos; la formación de un nuevo aspirante lleva un año entre teoría y práctica, y el equipamiento puede resultar costoso. Cada uno de los voluntarios es un héroe que, de manera desinteresada, sigue capacitando para salvaguardar la comunidad, representando un verdadero ejemplo de vocación y compromiso social.
