La Visita de Michel Rolland a Bariloche
Un encuentro con la belleza natural
Michel Rolland, reconocido enólogo francés y figura clave en la industria vitivinícola, eligió Bariloche para disfrutar de un paisaje que considera entre los “más bellos del mundo”. Este viaje no es solo una escapada, sino parte de un ambicioso proyecto que verá la luz en unas semanas. Desde su radicación en Burdeos, Rolland viaja entre cinco y seis meses al año para atender sus bodegas y viñedos alrededor del planeta. A pesar de su itinerante estilo de vida, Bariloche se ha convertido en un destino predilecto, donde, según él, “las vistas son maravillosas tanto en invierno como en verano”.
El legado de una relación duradera con Argentina
La conexión de Rolland con nuestra tierra comenzó en 1988, cuando fue convocado por el bodeguero Arnaldo Etchart. Desde entonces, su amor por Argentina ha crecido. En Mendoza, su holding de bodegas, Clos de los Siete, simboliza su pasión por nuestros viñedos. “Después de Mendoza, Bariloche es la localidad que más visito”, afirma. Considera que el vino argentino ha evolucionado notablemente en las últimas décadas. Si bien hace 20 años estaba relegado en el mapa vitivinícola mundial, hoy Argentina se encuentra en el top ten de la industria, y Rolland predice que podría alcanzar el top five en el corto plazo, siempre que se continúe trabajando arduamente.
El impacto del Malbec en la imagen de Argentina
En su análisis sobre el vino argentino a nivel global, Rolland destaca que “todo este posicionamiento es gracias al Malbec”. Argentina es el número uno en la producción de Malbec a nivel mundial, lo que le otorga un distintivo singular en la competencia. “Mientras que otros países producen buenos vinos, Argentina ha logrado resaltar con un producto prácticamente único”, enfatiza. Sin embargo, el enólogo insiste en la importancia de seguir trabajando en la imagen de los vinos argentinos. Es fundamental que el Malbec permanezca en el foco para dominar el mercado global. La evolución de Argentina en el mundo del vino es un viaje en constante crecimiento, y Rolland está convencido de que aún hay mucho camino por recorrer.