Argentina y sus tasas municipales: un desafío fiscal
La reciente información de la ONG Lógica ha encendido el debate sobre la carga impositiva en Argentina, donde las tasas municipales son consideradas las más elevadas a nivel global. Matías Olivero Vila, líder de esta organización, ha puesto de manifiesto la voracidad fiscal que impera en el país, señalando que las tasas no se calculan en función de los servicios específicos que se brindan, sino que se basan en los ingresos totales de las empresas. Esto resulta en una carga desproporcionada y muchas veces injusta, dificultando la capacidad de las empresas locales para sostenerse y crecer en un entorno económico ya complicado. Mientras que en otros países, como Brasil e Italia, las tasas son significativas, todavía no alcanzan los niveles que se observan en nuestra nación.
El estudio realizado por Lógica es contundente: de las siete categorías impositivas analizadas, Argentina sobresale con tasas extremadamente altas en seis de ellas. Esto no solo afecta a las empresas, sino que repercute en la economía general, limitando la competitividad y la inversión. Olivero Vila ha explicado que la diferencia entre impuestos y tasas radica en que las primeras se aplican sin una contraprestación directa y suelen financiar servicios públicos generales, mientras que las tasas deberían estar vinculadas a un servicio específico recibido. Sin embargo, en la práctica, los municipios aplican tasas que no corresponden a servicios concretos, generando confusión y resentimiento entre los contribuyentes.
Desde Lógica se propone una estrategia para hacer visibles estas tasas en los tickets de compra, una medida que se alinea con la ley de transparencia fiscal al consumidor. Sin embargo, su aplicación depende de las decisiones que tomen las provincias. Es esencial que los ciudadanos tomen un rol proactivo en este asunto, alzar su voz en contra de estas cargas fiscales excesivas y presionar a los intendentes. La implicación de la ciudadanía se vuelve crucial para buscar cambios reales en la estructura impositiva que afecte no solo a las empresas, sino a la economía del país en su conjunto.
