La crisis en el Centro de Salud de Frutillar: Un llamado a la acción comunitaria
Más de un mes ha pasado desde que un caño roto comenzó a generar serios problemas en el Centro de Salud del barrio Frutillar. Este incidente ha llevado a que el consultorio número 4 se inunde continuamente, afectando la atención de más de 100 pacientes que se atienden a diario en este espacio vital. La situación es alarmante y la urgencia por resolverla se hace cada vez más evidente, ya que los profesionales de la salud y los usuarios se ven condicionados en su día a día por este problema estructural.
La comunidad ha tomado la iniciativa y, en un esfuerzo conjunto, comenzó a solicitar ayuda para reparar el caño. Aunque el Hospital Zonal Bariloche cuenta con personal de mantenimiento, la carga de trabajo es tan alta que no pueden destinar el tiempo necesario para esta clase de reparaciones. Esto llevó a que tanto el equipo médico del Centro de Salud como los vecinos se unieran para encontrar un plomero que pudiera realizar la labor. Este espíritu comunitario ha destacado la importancia de la colaboración en situaciones donde los recursos son limitados.
A pesar de que se contaba con fondos del programa Sumar, la autorización inicial para utilizarlos fue denegada, complicando aún más la situación. Sin embargo, gracias a las gestiones de los trabajadores del programa, finalmente se obtuvo la autorización para el arreglo del caño. En un gesto conmovedor, una familia que asiste regularmente al centro se ofreció a cubrir el costo de la mano de obra del plomero, lo que demuestra el fuerte tejido social que existe en el barrio. Ya se han adquirido los materiales necesarios y, se espera que los trabajos comiencen en los próximos días, lo que permitirá normalizar la atención y seguir brindando los servicios médicos esenciales que tanto necesita la comunidad.