San Carlos de Bariloche alcanzó un nuevo hito ambiental: ya se instalaron más de 1000 contenedores gratuitos en distintos puntos de la ciudad. Esta política pública sostenida, impulsada desde el inicio por el intendente Walter Cortés, marca un antes y un después en la gestión de residuos urbanos y en el orden del espacio público.
Una política municipal que transforma barrios
La colocación masiva de contenedores en Bariloche no es solo una cifra simbólica. Refleja una gestión municipal estratégica, ejecutada desde la Subsecretaría de Servicios Públicos y las delegaciones barriales, que responde a una necesidad concreta de los vecinos: recuperar el orden y la limpieza urbana.
Gracias a esta iniciativa, terrenos que antes estaban colapsados por basura, escombros o chatarra hoy se ven despejados, seguros y disponibles para otros usos. Desde el centro hasta los barrios más alejados, el cambio ya se percibe en las calles.
Un impacto social positivo
Más allá de lo operativo, la política generó un efecto comunitario. Los vecinos se apropiaron de los contenedores, los usan y los cuidan. En muchos casos, incluso se organizaron para limpiar zonas olvidadas y recuperar espacios comunes. La conciencia ambiental avanza, y eso también es resultado de una conducción presente.
Walter Cortés: gestión con hechos concretos
Esta transformación es parte de una visión de ciudad que viene sosteniendo el intendente Walter Cortés, quien eligió intervenir con acciones directas y visibles. No se trata de promesas ni slogans: son resultados que están a la vista y que impactan en la calidad de vida de todos los barilochenses.
El compromiso con una Bariloche sustentable es real. La ciudad ya no es rehén del abandono. Hoy avanza con planificación, con presencia estatal y con decisiones políticas firmes. La gestión no se mide solo por discursos, sino por lo que cambia en la vida diaria de la gente. Y este cambio ya está en marcha.
1000 contenedores, 1000 razones para seguir
El objetivo ahora es profundizar este modelo. Nuevas estrategias se están trabajando para extender la cobertura y reforzar el mensaje: una ciudad limpia es una ciudad vivible. Con voluntad política y participación comunitaria, los resultados son tangibles.
Bariloche demuestra que cuando el municipio está presente, los cambios son reales y duraderos.