La Expulsión de Bati Larrivey: Un Sacudón en Gran Hermano
A medida que Gran Hermano (Telefe) se acerca a su desenlace, la tensión en la casa ha alcanzado niveles nunca antes vistos. En una noche que prometía ser emocionante, Santiago “Bati” Larrivey fue expulsado por la producción tras ser acusado de alterar el juego y compartir información del exterior con sus compañeros. Esta decisión, anunciada por el conductor Santiago del Moro durante la gala del domingo 1° de junio, generó un revuelo entre los seguidores del programa. Larrivey, quien había reingresado a la casa como parte de un grupo de exparticipantes, se vio envuelto en un mar de controversias cuando sus comentarios puntuales a Eugenia Ruíz y Juan Pablo De Vigili fueron interpretados como revelaciones peligrosas sobre lo que ocurre fuera de las paredes de la casa.
En un espacio de diálogo más privado, conocido como la cabina de streaming, Bati le sugirió a Eugenia y “Devi” que reflexionaran sobre las cualidades que los llevaron a esa etapa del juego. Su consejo, aunque pareció constructivo en un principio, se tornó problemático al abordar la percepción del público y la dinámica de conflictos internos. Frases como “No está todo bien, porque la gente ve todo” y “Para enojarse está el afuera” fueron claves para desatar las alarmas en la producción. La advertencia llegó clara: estos comentarios afectaban directamente la esencia del reality show, lo que llevó a Gran Hermano a tomar medidas drásticas.
La expulsión de Bati no solo significó su salida, sino un cambio crucial en la dinámica del juego. Aun así, la controversia no terminó ahí, ya que Eugenia también recibió una sanción disciplinaria como consecuencia de la charla, lo que limitó su poder de voto en las próximas nominaciones. Esto provocó un aluvión de reacciones en redes sociales, donde muchos seguidores exigieron una respuesta más contundente, cuestionando la integridad de los demás participantes y su influencia en el desarrollo del juego. En medio de esta tormenta, la producción se vio forzada a reforzar sus controles y sanciones en un intento de restablecer una competencia justa, mientras la audiencia espera la próxima gala con renovado interés y expectativas.
