Boca por el camino correcto, aunque la vara sigue baja
En un contexto donde Boca Juniors tiene la vara demasiado baja, el reciente empate como visitante ante Rosario Central ha despertado excesivos elogios de varios medios y aficionados. Si bien es cierto que se pueden destacar ciertos avances en relación a actuaciones anteriores, para que el equipo vuelva a ser protagonista será esencial aumentar la exigencia tanto dentro como fuera de la cancha.
Después de tres victorias consecutivas contra equipos que no eran precisamente de temer, como Independiente Rivadavia, Banfield, y Aldosivi, el encuentro en el Gigante de Arroyito se presentaba como una prueba clave. Lo más positivo es que parece que el equipo ha dejado atrás la apatía que lo caracterizaba al salir de la Bombonera. Esta vez, Boca se plantó de igual a igual, mostrando personalidad y algunos pasajes interesantes de juego. Sin embargo, la mejora más evidente se debe al desempeño de Leandro Paredes, que se ha convertido en el amo y señor del mediocampo. Su conexión con Battaglia y la solidez defensiva de los centrales son fundamentales, pero el ataque sigue siendo un área de preocupación, donde solo Merentiel se destaca.
Entre las figuras en deuda, Aguirre ha recibido desmesuradas adulaciones pero aún no ha logrado despegar. Por su parte, Palacios preocupa no solo por su bajo rendimiento, sino también por actitudes cuestionables que no hacen otra cosa que sumar presión. Asimismo, Cavani, a pesar de su nombre, no está aportando lo necesario y el sistema de doble nueve está jugando en contra del equipo. Sin dudas, lo mostrado en Rosario es un paso hacia adelante, pero calificarlo como un gran logro sería desmedido, especialmente para un club que no competirá en Libertadores por segundo año consecutivo y que cosechó una eliminación dolorosa en la Copa Argentina. El desafío ahora es claro: volver a poner a Boca en el camino de la grandeza que su historia merece.